Bolsas de plástico quedarán prohibidas el 1 de enero en CDMX

Si eres de los que están acostumbrados a pedir «doble bolsa» o «bolsa extra» en el supermercado ha llegado el tiempo de hacerse de una bolsa especial para las compras en la CDMX. La cuenta regresiva inicia en la CDMX para que este tipo de plásticos de un solo uso queden prohibidos en beneficio del medio ambiente.

Será el próximo miércoles 1 de enero cuando entre en vigor la reforma hecha al artículo 25 de la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal, la cual mandata que quedará prohibido por cualquier motivo la comercialización, distribución y entrega de bolsas de plástico al consumidor, en los puntos de venta de bienes o productos, excepto si estos son compostables.

No obstante, se excluye de esta ley la entrega o venta de bolsas de plástico necesarias por razones de higiene o que prevengan el desperdicio de alimentos siempre y cuando no existan alternativas compostables.

A la vez también se prohibirá la comercialización, distribución y entrega de tenedores, cuchillos, cucharas, palitos mezcladores, platos, popotes o pajitas, bastoncillos para hisopos de algodón, globos y varillas para globos, vasos y sus tapas, charolas para transportar alimentos, aplicadores de tampones, fabricados total o parcialmente de plásticos, diseñados para su desecho después de un solo uso, excepto los que sean compostables, quedando únicamente excluida la comercialización, distribución y entrega de popotes para asistencia médica.

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Finalmente, en la ley se estableció también la prohibición de la comercialización, distribución y entrega de productos que contengan microplásticos añadidos intencionalmente y de cápsulas de café de un solo uso fabricadas con materiales plásticos de bajo potencial de aprovechamiento.

La decisión de comenzar a prohibir este tipo de plásticos se debe al tiempo que tardan en descomponerse. Pese a que esto es posible incluso tras el paso de 400 años, estudios como los de la Universidad de Hawaii, la degradación de estos materiales contribuye a la tasa de producción de gases de efecto invernadero por lo que sus efectos tampoco ceden conforme van destruyéndose.

Como alternativas, algunos centros comerciales han comenzado a vender sus propias bolsas de tela para poder transportar en ellas los productos adquiridos y a la vez sirviendo para la misma acción en diferentes ocasiones.