AMLO celebra un año de gobierno con su pueblo, dando un año de vida a los conservadores

Un año después de arrodillarse ante el pueblo para proclamar, en pie de guerra, que no iba a fallar, el presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a llenar el Zócalo de la Ciudad de México para celebrar el primer aniversario de su gobierno. Haciéndolo de la única manera que sabe hacerlo: entregándose a oleadas y oleadas de gente quienes, en respuesta, le hicieron saber que no está solo en su lucha frontal contra los conservadores, a quienes no pronostica mucha vida.

López Obrador y Beatriz Gutiérrez Müller emergieron de Palacio Nacional ante el coro de la ciudadanía congregada en la Plaza de la Constitución. Cinco minutos tardó el presidente en saludar a la gente en su camino hacia el escenario, donde la Sonora Santanera aún interpretaba ‘A muchos años’. “Su palpitar es dorado/como metal de clarín/su corazón colorado/y es lo que lo hace vivir”, sonaba mientras recogía folders y repartía abrazos.

Llegado el mediodía, el presidente estaba una vez más cara a cara con el pueblo. “Amigas, amigos, el cambio que estamos realizando está a la vista”, proclamó a manera de saludo. Presumiendo que, en estos 365 días, se han llevado a cabo reformas que “configuran una nueva Constitución que reflejan las demandas y la voluntad del pueblo que decidió emprender la cuarta transformación de la vida pública de México de manera legal, democrática y pacífica”.

Comenzó así el informe, el cuarto que rinde como primer mandatario, en el que enlistó uno a uno los logros de su gobierno. Siempre recalcando que se combate la herencia dejada por los gobiernos conservadores y que, ahora sí, se vela por los intereses del pueblo. Desde cifras macroeconómicas hasta programas de bienestar, pasando por proyectos de infraestructura. Solo deteniéndose a las 12:51 para preguntar si “¿les está afectando el sol? Ya voy a terminar”.

De nuevo el eco del primero de diciembre de 2018 cuando, en una maratónica jornada que inició en San Lázaro y culminó en el Zócalo, enlistó 100 compromisos. De los cuales, presumió, ya ha cumplido 89. Pero es por esos 11 pendientes por los que reconoció que se sigue viviendo un proceso de transición que, estima, culminará hasta dentro de otro año más. Adelantando que cantará victoria en esta misma plaza dentro de otros 365 días.

Para ese entonces, presagió desde el su atril, “los conservadores ya no podrán revertir los cambios o, para no ser tan tajante, tendrían que esforzarse muchísimo y pasar mucha vergüenza para retroceder a los tiempos aciagos de la corrupción, de los contratos leoninos, de la condonación de impuestos, de los fraudes electorales, del abandono a los jóvenes, del racismo, del desprecio a los pobres y del mátalos en caliente”. Causando la erupción del Zócalo en una mezcla de rabia y euforia.

Mientras a unos escasos kilómetros esos mismos conservadores se agrupaban en una marcha que lo mismo recibió a expresidentes y líderes partidistas como a activistas por los derechos humanos, en la plaza de sus grandes embates López Obrador volvía a escuchar el cántico de ‘no estás solo’ que le ha acompañado pueblo tras pueblo. Con el rugir del Zócalo, llegó también la muestra de agradecimiento de parte del primer mandatario.

“Siempre he tenido un ángel de la guarda que se llama pueblo. Ustedes siempre me han apoyado y me han sacado a flote. Al pueblo le debo todo lo que soy, por eso lo seguiré escuchando y sirviendo, y nunca jamás lo traicionaré. Yo solo soy un dirigente, el pueblo es el gran señor, el soberano, el gobernante, el que manda y transforma”, concluyó López Obrador. Cerrando con un ‘¡Qué viva la cuarta transformación!’ y tres ‘¡Viva México!’.

Así, a las 13:38 de la tarde, el presidente concluyó su informe y emprendió un largo recorrido de 10 minutos de regreso a la Puerta de Honor de Palacio Nacional en donde, de nuevo, saludo, abrazó, acarició, se fotografió y autografió. Mientras que, sobre Paseo de la Reforma, porque la ironía no perdona, la oposición continuaba su marcha en búsqueda de un camino. Ya llegará el primero de diciembre de 2020.

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