La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), presidida por Alicia Bárcena, ajustó a la baja su pronóstico de crecimiento para México para 2022, el cual, hasta diciembre pasado, se preveía que llegaría a 3.2 por ciento y ahora se espera un avance de sólo 2.9 por ciento en su Producto Interno Bruto (PIB).

El crecimiento esperado para este año es muy inferior al registrado en 2021, cuando la economía del país alcanzó 5.8 por ciento, pese al confinamiento sufrido por la pandemia de Covid-19, según las cifras de la propia Cepal.

Alicia Bárcena explicó que la reducción en la expectativa de crecimiento de México se debe a un menor impulso de la economía de Estados Unidos, además del repunte de la inflación tanto en México como el vecino del norte, lo que trae como consecuencia un impacto en el consumo de los hogares.

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Durante la presentación del “Balance Preliminar de las economías de América Latina”, la secretaria Ejecutiva de la Cepal detalló que, en 2021, México fue uno de los principales países que se benefició de los estímulos otorgados por Estados Unidos al recibir millones de vacunas y recibir una gran cantidad de remesas lo que permitió la reactivación económica, ello en conjunto con la reapertura de las exportaciones.

Sin embargo, pronosticó que este ritmo de crecimiento por las remesas disminuirá en este año por la desaceleración económica que tendrá Estados Unidos, aunado a la débil estructura de inversiones que tiene el país.

Pese a ello, aseguró que México no ha perdido la confianza de los inversionistas, pues sigue siendo un mercado muy atractivo para las empresas, pero debe propiciar las mejores condiciones para fortalecer su capacidad productiva y de innovación.

Por otra parte, Alicia Bárcena advirtió que en su conjunto América Latina “enfrentará un 2022 muy complejo” pues desacelerará su ritmo de crecimiento en este año, pues solo llegará a 2.1 por ciento, después de que en 2021 alcanzó 6.2 por ciento.

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Esto, explicó, se debe a la incertidumbre que se tiene sobre la evolución de la pandemia de Covid-19, además de que se mantiene la baja inversión, productividad y lenta recuperación del empleo.

“La desaceleración esperada en la región en 2022, junto a los problemas estructurales de baja inversión y productividad, pobreza y desigualdad, requieren que reforzar el crecimiento sea un elemento central de las políticas, al tiempo que se atienden las presiones inflacionarias y riesgos macrofinancieros”, señaló Alicia Bárcena.

De acuerdo con el informe de la Cepal, el crecimiento de 2.1 por ciento promedio esperado refleja una alta heterogeneidad entre países y subregiones: El Caribe crecerá 6.1 por ciento (excluyendo Guyana), América Central crecerá 4.5 por ciento, mientras que América del Sur lo hará en 1,4 por ciento. En tanto, en 2021 la región mostró un crecimiento superior al esperado, promediando en un 6.2 por ciento.