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Internacional

Acusan de corrupción a Óscar Arias, ex presidente de Costa Rica y premio Nobel de la Paz

oSCAR Arias
Archivo

El expresidente de Costa Rica y premio Nobel de la Paz, Óscar Arias, fue acusado por la firma en 2008 de una aparente prevaricación (negligencia y corrupción de funcionario público) en favor de un proyecto de extracción de oro en la zona norte del país.

El Ministerio Público de Costa Rica le imputó el cargo de impulsar ilegalmente en 2008 el proyecto canadiense conocido como Crucitas, que después quedó anulado, abandonado y pendiente de arbitrajes internacionales. En el momento de la firma, se alegó que la explotación de oro traería “varios beneficios económicos a la comunidad de San Carlos y el Gobierno Central”.

La mina se iba a desarrollar originalmente en Cutris de San Carlos, y estaba en manos de la empresa canadiense Industrias Infinito. Sin embargo, el Tribunal Contencioso Administrativo ordenó anular la concesión a finales de noviembre del 2010.

Emilia Navas, la fiscal general, confirmó que rubricó la acusación el martes y el miércoles la trasladó a la Procuraduría General de la República, que tendrá 13 días para tomar una decisión. Una vez vencido ese plazo, la Fiscalía presentará la acusación formal ante el Juzgado Penal de Hacienda y la Función Pública, en San José.

El proyecto

En la descripción del proyecto, la empresa minera explotaría al menos 19,8 toneladas de oro con una concesión por 10 años. Sn embargo, luego de su cancelación en 2010, varios funcionarios fueron imputados por corrupción, incluido el ex ministro de Ambiente durante el mandato de Arias, Roberto Doblescaso.

No obstante, el caso fue reabierto en noviembre de 2017 por la fiscal Navas, quien llamó a declarar al expresidente como parte de la etapa de investigación. En su momento, el también Nobel de la Paz defendió su inocencia y expresó a los periodistas su confianza en los jueces del país, a los que calificó de «honorables e imparciales».

Luego de conocer los cargos que se le imputaron el miércoles, el ex mandatario declaró que autorizar el proyecto Crucitas no era una prioridad de su gobierno: “A mí me correspondió nada más el final de todo el proceso, de muchas décadas, de muchos lustros, en el cual había que emitir un decreto que por lo demás lo solicitaban, lo exigían, lo demandaban el personal del Minae, sobre todo el personal del área de conservación de allá en San Carlos”, afirmó.

Asimismo, también afirmó sentirse «muy tranquilo», pues dice haber «servido a este país con total desinterés, solo pensando en hacer las cosas que son convenientes para nuestro pueblo». También comentó que no lo ha animado ningún interés que no sea el de “respetar la Constitución y las leyes».

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