Moody’s alerta sobre “entorno político impredecible” en México

La calificadora Moody’s ajustó la previsión de crecimiento del país en 1.2% debido a los recortes al gasto público, la cancelación del nuevo aeropuerto de México, los problemas con la terminal aérea de Santa Lucia, la falta de predictibilidad de políticas y la débil confianza de los inversionistas en Pemex, son elementos que han generado un “entorno político impredecible”.

La alerta por parte de la calificadora señala el desafío al que se enfrentará este año la economía mexicana y destaca el “entorno político impredecible”, así como la “falta de predictibilidad de las políticas públicas” derivada de las cancelaciones a obras públicas y que a su vez generan incertidumbre en la inversión por parte de la iniciativa privada.

“Si bien el apetito de invertir en proyectos de infraestructura en México existe, el ambiente impredecible que siguió a la cancelación del proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México también ha socavado la confianza del mercado y de los inversionistas del sector”, apuntó Alejandro Olivo, analista de Moody’s.

Por otra parte, la reducción del crecimiento de la economía mexicana y que se verá reflejada en las bajas percepciones del Estado, contraerán aún más el gasto público por parte del gobierno.

“Como resultado, los ingresos públicos pueden ser más bajos que lo que anticipa el gobierno, lo que requeriría recortes de gasto para mantener la disciplina fiscal como ha prometido el presidente Andrés Manuel López Obrador”.

También te puede interesar: López Obrador anuncia recuperación de planta fertilizante en Chihuahua

En cuanto a Pemex, la calificadora expresó que se necesitará mayor inversión a la ya hecha con el fin de intentar “sostener los ambiciosos objetivos de crecimiento en la producción que tiene y también podría necesitar ayuda para sus grandes vencimientos de deuda”.

Los elementos anteriormente listados también impactarán en las planes del actual gobierno en inversión a corto plazo en el sector de infraestructura.

Pese al entorno complicado para la economía, se espera que los bancos conserven administraciones sólidas y con ello no sufran mayores repercusiones.

Por último, las inversiones de los fondos de pensiones seguirán con su estrategia conservadora, con inversiones a corto plazo y de alta liquidez.