Leyes sobre GN atienden legalidad, no legitimidad: Álvarez Icaza

Emilio Álvarez Icaza, senador sin partido, decidió abstenerse en la votación que esta tarde se realiza en la Cámara de Senadores para aprobar las Leyes Secundarias de la Guardia Nacional. El senador declaró en tribuna que si bien se reconocía una voluntad de varios actores para lograr acuerdos, también se careció de una parte del proceso legislativo para escuchar más voces e incorporar sus argumentaciones.

Álvarez Icaza partió en su discurso hablando de la voluntad de Morena para no imponer su mayoría, así como de Ricardo Monreal y el gobierno federal para discutir y construir con una oposición capaz de sentarse con la mayoría de la mesa parlamentaria. No obstante, señaló que ninguna de las observaciones que realizó al inicio de la mesa de negociación fueron retomadas, como la inclusión en la Ley Nacional del Registro de Detenciones de la cadena de custodia de la persona detenida, como base para la prevención de la práctica de la tortura y de la desaparición forzada, o el establecimiento del requisito para ser nombrado como, Comandante de la Guardia Nacional el no haber sido observado por violaciones graves a los derechos humanos, entre otras.

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El senador sin partido comentó que en realidad debía haber dos dinámicas en la discusión: una para la Ley de la Guardia Nacional y otra para las leyes de carácter nacional. Esto dado que la primera terminaría distorsionando la discusión nacional en materia de seguridad pública, perdiendo así una oportunidad histórica para reorientar las labores de los otros niveles de gobierno en materia de seguridad, tema importante dado que el 80% de las personas en reclusión, fueron detenidos por cuerpos de seguridad estatales y/o municipales y tan solo 5 entidades tienen una ley propia para delimitar el uso de la fuerza.

Emilio Álvarez Icaza precisó que si bien se está atendiendo la legalidad, se está descuidando la legitimidad puesto que se desatendió la solicitud de “parlamento abierto formulada por el colectivo #SeguridadSinGuerra, la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, el Comité Internacional para la Cruz Roja, Amnistía Internacional, entre otros.

Otro punto “olvidado” que señaló el senador, fue el citar a funcionarios o actores estatales y locales que en teoría son quienes aplicarán algunas de las leyes nacionales, por lo que quedan dudas genuinas como el cómo esperar que se apropien de esas leyes y cómo esperar que los otros niveles de gobierno atiendan su responsabilidad si no se les toma en cuenta de legislar.

Frente a ello, comentó, el pacto partidista terminó alejándose del espíritu de parlamento abierto y la participación efectiva de la ciudadanía, siendo un “proceso opaco fuera de los pasillos del Senado”, dicho que contrastó con su idea de que a leyes nacionales deben corresponder a discusiones nacionales.

Finalmente, sobre la defensa de los Derechos Humanos, criticó que no se invitara a ni una sola de las víctimas y desestimación de algunas recomendaciones dadas al estado mexicano por la ONU o la CIDH, teniendo como resultado que en las cuatro leyes no se contemple ningún mecanismo u observatorio ciudadano de seguimiento y evaluación, lo cual supone una grave omisión.

Por todo ello, el senador terminó su intervención diciendo que para él resulta indispensable terminar con el hecho de que fuera de los recintos legislativos no se sepa qué se legisla y otros más sean ignorados y no se legisle con ese sector de la población, por lo que debía instarse a ejercicios de democracia deliberativa, de apertura, transparencia y construcción colectiva para poder recobrar la credibilidad del poder legislativo.