PRI, PRD y Morena: fratricidios en nombre de AMLO

La nueva hegemonía con Andrés Manuel como el centro del espectro político ha tenido un efecto considerable en los partidos. PRI, PRD y hasta el mismo Morena se han vuelto partidos divididos entre corrientes pro-AMLO y anti-AMLO. En distintas etapas del fraticidio, el eje común es la lucha intestina en estos partidos que, curiosamente, comparten una genealogía.

Hoy, Andrés Manuel recibió, en una de sus ya típicas ‘reuniones de amigos’ a Ricardo Monreal, el mandamás del Senado. Ambos cabezas de los dos bloques que existen al interior de Morena gracias, en parte, a que el zacatecano se ve a sí mismo como un igual al tabasqueño, alguien que le puede toser de frente. Por lo que han echado al ruedo a Yeidckol Polevnsky y a Alejandro Rojas Díaz Durán, en una primera medición de fuerzas de la que sólo Monreal desconoce el resultado.

En el PRD, la noche de los cuchillos largos llegó temprano y la eterna tribu dominante y enemigos declarados de Andrés Manuel, Los Chuchos, vivieron el más reciente cisma del Sol Azteca con la desbandada de diputados encabezados por Mauricio Toledo y Héctor Serrano, cuadros de la CDMX, dónde no se pueden dar de lujo de perder más músculo. Aunque se les cerró la puerta de Morena, los experredistas Lópezobradoristas contemplan recurrir a la vieja estrategia de volverse un satélite.

Al interior del PRI, ya lo hemos dicho muchas veces, la crisis de identidad y el oportunismo de algunos tricolores ha ahondado la herida abierta en las elecciones. Mientras algunos como Alito Moreno no esconden su cercanía con Andrés Manuel, gestionada por el siempre presente José Murat, otros como Manlio Fabio Beltrones, Miguel Ángel Osorio Chong o Claudia Ruiz Massieu siguen intentando conformar un bloque que pueda evitar que el tricolor se ‘amorene’.

Los leales a Monreal, Los Chuchos y el bloque de Manlio son los principales obstáculos para que Andrés Manuel se hiciera con tres partidos que, en más de un sentido, son continuaciones el uno del otro. El PRD nació por el divorcio del PRI con el cardenismo en el 88, cuando este se ‘neoliberalizó’, ayudando, de paso, a poner fin al modelo de partido-gobierno-Estado. Algo parecido a lo que ocurrió con el nacimiento de Morena tras la salida de Andrés Manuel del PRD en 2012. Ahora, ¿hasta dónde puede llegar esta alineación de planetas?

Sheinbaum le echa la bolita a AMLO por reducir pensiones

Este miércoles Sheinbaum fue cuestionada en entrevista por la reducción de poco más de 1,000 pesos a adultos mayores de la CDMX, pues con la absorción del programa por el ámbito federal, se homologó el apoyo (que ahora será de 2,550 pesos bimensuales) en todo el país, incluida la CDMX.

Desde el martes, se le había preguntado a Sheinbaum el porqué del ajuste, pero fue hasta el día de hoy cuando la jefa de Gobierno dijo que la decisión la tomó el Gobierno Federal. La mandataria dio a entender que la decisión no está mal, pues “había quien recibía dos (pagos) y había quien recibía uno”. Es decir, había quien recibía la tarjeta rosa (pensión alimentaria en su totalidad) y había quien también recibía la pensión económica a adultos mayores.

A la pregunta de si era justo, respondió que “eran dos programas”: “Gobierno federal era 65 y más para todos los que no tenían pensión del ISSSTE y del IMSS y de parte del gobierno de la Ciudad era la pensión alimentaria. Ahora se tomó la decisión de que solamente sea una pensión por persona.

Antes de la absorción de este programa por parte del Gobierno Federal, los adultos mayores recibían 580 pesos mensuales (de la pensión 65 y más) y 1,158 pesos de pensión alimentaria (tarjeta rosa), lo que daba bimensualmente 3,708 pesos. Sin embargo, en esta ocasión recibirán 2,550 pesos bimensuales, lo que significa “una reducción” de 1,158 pesos.