Artesanos “auténticos” justifican su presencia en el centro de Coyoacán

En un contexto de disputa del jardín Hidalgo y los espacios aledaños del centro histórico de Coyoacán entre ambulantes, artesanos, ferias y romerías, La Hoguera realizó un recorrido por el bazar artesanal de Coyoacán Algunos artesanos nos hablaron de su trabajo. Estos son algunos de los testimonios:

Ricardo Jesús Jardón García. Se declaró miembro del primer bazar artesanal y cultural de Coyoacán, además presume, orondo, llevar 33 años laborando en el bazar ubicado en el centro de Coyoacán. “Soy uno de los primeros 14 locatarios que llegamos aquí al bazar”.

Cuando le preguntamos cuál era su oficio respondió que era trabajar con vidrio encañuelado en latón. Elabora portarretratos, alhajeros, vitrinas, enmarcados y figuras en plastilina normal y plastilina epoxica.

Le pedimos que nos mostrara un poco de sus figuras en miniatura. Ricardo cuenta que con la plastilina epoxica se forma, se espera que seque, se endurezca y después se pinta así nos lo relató “de esto hago cualquier personaje, tanto de cómics, tengo personajes mexicanos, tengo de todo”.

Su trabajo en la plastilina normal lo muestra dentro de un frasco: “tengo aquí a Frida y Diego Rivera, a la gente le hago cualquier pieza, puede ser de familia, personal, hago de cualquier grupo musical que quiera”.

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Al mostrarnos sus figuras sobre grupos musicales nos mostró que ahí junta sus dos trabajos “cajita de latón con vidrio y figuras de plastilina”.

Crispina Campos vende barro pintado a mano; es el trabajo de su familia ya que quien inició con el negocio de vender artesanías era su difunto esposo.

Mostró algunas calaveras de barro pintadas que, como comentó, es a lo que la mayoría de su pueblo se dedica y de ahí salen a la Ciudad de México.

Doña Crispina nos comentó que lleva más de 30 años ofreciendo sus artesanías “Toda mi vida me he dedicado a esto, todo el trabajo lo realizaba mi esposo”.

Mientras el esposo de doña Crispina se dedicaba a pintar sus artesanías, ella se dedicaba a hacer pulseras, aretes y collares: “así nos ayudábamos entre él y yo, todo eso lo he hecho yo a mano”, relata.

El material que utiliza la señora Campos para su trabajo abarca desde la piedra, el cristal, chaquira y hasta madera.

Felipe Castillo es un artesano que se dedica a crear juegos didácticos en madera. Primero nos mostró el come solo, un juego cuyo origen proviene de la cultura maya, “es como el juego del uno o el solitario como muchos conocen, se trata de brillar y comer hasta tener una pieza dentro del tablero, con este juego aprendes a desarrollar algoritmos, problemas en grados implícitos, ejes de simetría y jugar con la misma simetría, así como el dígito cero de la cultura maya o los seis puntos cardinales”.

En segundo lugar Don Felipe nos mostró el pulsómetro que también es un diseño que elabora de forma artesanal. “Es para el desarrollo psicomotriz y aprender a manejar tus dos hemisferios”.

Además nos mostró rompecabezas de madera que ha ido elaborando poco a poco, según relata, como el cubo con el que se pueden crear diferentes tipos de figuras “no es un simple juego, son juegos matemáticos en su mayoría en el que se desarrollan figuras”.

Don Felipe Castillo se encuentra dentro del bazar artesanal de Coyoacán desde diciembre de 1988 (más de 30 años). Nos contó que empezó con muy poco.

Miguel Vázquez nos relata que es un artesano urbano. “Mi trabajo es transformar piezas, hacer que tengan otra función, como son lámparas, mesas, usando piezas reutilizadas, teléfonos viejos, extintores, sopletes, cámaras, o que me encuentre lo transformo”.

No solo utiliza materiales como el plástico o el metal, “utilizo la madera vieja para hacer cruces, para hacer muebles”.

Miguel mostró un pequeño pero muy interesante ajedrez de bronce “una de mis pasiones es trabajar el bronce, sacar patinas distintas, la oxidación que se le da a los metales para que se vean como viejos”, relató.

Contó que lleva casi toda su vida en el bazar artesanal de Coyoacán y su oficio es una herencia de sus padres, “yo estoy aquí desde 1984, desde que a mis papás les dejaron poner un puesto aquí, que era el estacionamiento de la delegación, ya es la tercera generación con mis hijos que estamos aquí”.

La señora Angélica se dedica a la artesanía en madera, al preguntarle cuál era su producto que más vende y el que más le gusta trabajar nos respondió “el balero, yoyo, la pirinola y los carritos de madera”.

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Relató que además de artesanos son proveedores originarios de Toluca, Estado de México. Además nos comentó que se inició en el oficio de artesana desde la edad de 10 años y es una herencia de familia. “Empecé cuando tenía la edad de 10 años, de hecho empezó mi abuelita, después mi papá y ahora nosotros los nietos”.

Comenta orgullosa que ser artesana le ha ayudado a darle una carrera a sus hijos, “ de aquí subsistimos”.

Es momento de voltear a ver las artesanías que tiene México, compartirlas y sentirnos orgullosos de ello.