Tony Blair: «no es buena idea» gobernar por consultas ciudadanas

Tony Blair, ex primer ministro de Gran Bretaña, afirmó que «no es buena idea» gobernar sometiendo temas complejos a consultas ciudadanas. Esta declaración fue realizada en el marco del Encuentro Empresarial 2018 que organizó la Confederación Patronal de la República mexicana (Coparmex).

El ex gobernante agregó que el sistema de gobierno de democracia representativa tiene como finalidad que los servidores electos sean quienes tomen las decisiones políticas pertinentes, siendo evaluadas con el voto de castigo en posteriores elecciones si los resultados o las propuestas no son las adecuadas o no se coincide con ellas.

Consideró pertinente hacer referencia al Brexit, consulta que determinó la salida del Reino Unido de la Unión Europea, comentando que este tipo de mecanismos ven influidos sus resultados por movimientos populistas que aprovechan temores para obtener capital político. Al mismo tiempo, hizo hincapié en que los gobiernos deben buscar la unidad y combatir la polarización de la población y poderes fácticos mediante el diálogo y difusión correcta de las políticas públicas a implementarse.

En cuanto a los modelos económicos, se refirió al proteccionismo como «algo malo», ya que la globalización ha permitido a millones de personas salir de la pobreza, a lo largo de las últimas décadas. Las declaraciones se dan en el marco de las decisiones tomadas respecto a la construcción del NAIM en Texcoco tras una «consulta popular» efectuada entre múltiples cuestionamientos por medios de comunicación y opositores del gobierno electo, entre ellos, empresarios.

Tony Blair fue primer ministro de Gran Bretaña durante el periodo 1997-2007, caracterizándose por vencer al conservadurismo, mantenido durante el gobierno de John Major, en las urnas y proponiendo al interior su partido, el Partido Laborista, una «Tercera Vía» entre el capitalismo y el socialismo, posición moderada y reformista que fue un símil al proyecto emprendido en Estados Unidos bajo el liderazgo de Bill Clinton y difundido en países de América Latina como Brasil, Chile, Uruguay y Colombia que a la postre serían gobernados por grupos izquierdistas, herederos de esta visión.

No obstante, su popularidad local y mundial comenzó a caer después del acercamiento con George W. Bush al cual apoyó en la intervención a Iraq en marzo de 2003, lo cual a la postre, según palabras del mismo ex Ministro, permitió el ascenso de grupos radicales en la zona. Desde 2015, su grupo de la «Tercera vía» ha perdido fuerza y control del Partido Laborista tras el ascenso de Jeremy Corbyn a la dirección del mismo, político inglés que ha declarado su apoyo a Andrés Manuel López Obrador en al menos un par de ocasiones.