Nación
¿Cuánto PRI cabe en la Cuarta Transformación?: Álvarez Icaza
Emilio Álvarez Icaza ha acumulado experiencia en la defensa de los Derechos Humanos, desde sus años como comisionado durante la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal de Andrés Manuel López Obrador hasta sus días al frente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Hoy llega a la Cámara Alta del Congreso de la Unión dispuesto a convertirlo en una tribuna para esta causa.
En entrevista para La Hoguera en el Senado, Álvarez Icaza hace una evaluación del legado que dejará Enrique Peña Nieto, los retos ante el gobierno del Movimiento Regeneración Nacional y pregunta: ¿Cuánto PRI cabe en la cuarta transformación? ¿Cuánta impunidad cabe en el perdón?
¿Cuál es el legado del sexenio de Enrique Peña Nieto en materia de Derechos Humano?
Hay prácticamente consenso en los organismos nacionales, internacionales, civiles, intergubernamentales y académicos de que México vive una crisis de violencias y violaciones a los Derechos Humanos.
La violencia en México ha tomado dimensiones extraordinarias. El 2018 eventualmente es un año más violento que el 2017, que fue el año más violento en décadas. El legado de Enrique Peña Nieto será entonces una crisis de violaciones a los Derechos Humanos.
Un Ayotzinapa sin resolver, nos siguen faltando 43 y nos faltan miles de desaparecidos. Una Ley de Víctimas aprobada pero no ejecutada con capacidad para responder a los dolores. Una reforma de la fiscalía que no se echó a andar porque no hubo la altura de miras para reformar, reestructurar, uno de los dolores más grandes en materia de justicia que es enfrentar la impunidad.
El saldo entonces es un saldo de dolor, un saldo de sangre, en materia de Derechos Humanos en México.
¿Cuáles fueron los errores del sexenio que se originaron desde el Poder Legislativo?
Empezó con muy buenas señales, con la aprobación de la Ley de Víctimas y con un programa de Derechos Humanos, que luego se fue descomponiendo. Prácticamente la administración de Enrique Peña Nieto se peleó con todos los organismos internacionales de Derechos Humanos. El Senado pudo haber generado un seguimiento mucho más puntual.
México ha recibido una infinidad de recomendaciones. El Poder Legislativo, en particular el Senado, pudo haber sido más puntual para pedir explicaciones a la Cancillería de por qué se peleó con Naciones Unidas, con el Relator de Tortura, con la Comisión Interamericana. ¿Por qué agredió al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes ¿Por qué no cumplen las recomendaciones que se les dieron?
Se requiere una acción mucho más cercana en el ejercicio de sus atribuciones. Hay muchas recomendaciones pero no se informa quién cumple qué, cómo, cuándo y por qué. Es una necesidad que no solo en su función legislativa pero también en su función de contrapeso y órgano de poder de la República se puede ejercer. Me parece que ahí es donde hubo una debilidad importante.
No solo en lo que le corresponde al Ejecutivo, que es muy importante y vital, sino que hubo dolores sin atender. No se legisló en materia fiscal, anticorrupción, no se resolvieron pendientes vitales para la vida del país. La PGR sigue acéfala. No hay fiscales anticorrupción. No hay magistrados anticorrupción. Eso tenía que haberlo resuelto el Senado.
Mencionó los contrapesos entre poderes. ¿Qué lectura hace del triunfo avasallador de Morena? Todo lo que se espera teniendo Presidencia, Congreso, gubernaturas, legislaturas locales.
Hay un cúmulo de enojos y Andrés Manuel fue depositario de esos enojos y de ese imaginario del cambio. Hay un número de agravios y también pudo generar esa condición. Pero también hubo un pragmatismo importante. Mucha gente militante de otros partidos y que no encontró eco fueron postulados como candidatos. Tan solo con algunas horas de participar en el proceso interno de algún otro partido, fueron retomados.
También hubo, hay que decirlo, un pacto en el Estado Azteca. Lo que antes era acusado como ‘mafia del poder’ de repente estaba, con Belinda incluida, haciendo espectáculos. La gente a la que se llamaba corrupta ahora se le dice honorable y decente.
No mitigo la legitimidad del triunfo pero sí me parece que hay más cosas. Aquellas que no solo son el malestar de la gente. Yo creo que hubo muchos actores que pactaron en este proceso y que hubo errores de actores de la oposición.
Ahora tienen la mayoría, pero el dilema principal entonces es: ¿es una cuarta etapa del país o es una cuarta etapa del PRI? ¿Por qué? Porque el PRI es algo más que un partido político, es una cultura política.
Lo que tocará responder es ¿cuánta cultura política de PRI cabe en la cuarta transformación? Eso lo vamos a ver en cómo toman decisiones, cómo construyen consensos, cómo respetan a las minorías. La democracia no solo es el régimen de la mayorías, también es el régimen donde las minorías tienen garantizado el ejercicio de sus derechos.
Hay positivas, qué bueno que se escuche a la gente, que haya apertura. Me parece que todavía hay ideas muy inmaduras, no consolidadas, no se tiene claridad en una fórmula de justicia transicional.
No se tiene todavía mucha claridad de qué es la amnistía. Yo he escuchado distintas versiones sobre lo que eso implica y significa. Tampoco se tiene mucha madurez en algunas ideas sobre cómo enfrentar el desafío de la inseguridad.
No me basta que me propongan perdón. No me basta que la propuesta en la vida pública sea que se perdone y no se olvide. Porque yo no veo a nadie pidiendo perdón. Yo no veo a nadie que secuestró, que asesinó, que robó, que engañó, pidiendo perdón.
La pregunta entonces que hay que hacer es: ¿cuánta impunidad cabe en el perdón? Por eso es tan importante que nos hagamos una pregunta que va más allá del presidente electo. ¿Cuál es la fórmula mexicana de la justicia transicional? ¿Cómo vamos a revisar el pasado?
Confirmó que usted y sus compañeros de la iniciativa Ahora serán legisladores independientes. ¿Cuál es el lugar de un legislador sin bancada ante esta abrumadora mayoría que tendrá Morena?
Hemos representado de la mejor manera los intereses, las causas, los valores de la gente. Hemos generado una condición para poder llevar agendas, congreso abierto, transparencia. No queremos tener condición que nos amarre o nos limite.
Reconocemos a los partidos con los que se hizo una alianza electoral y de gobierno para que, como entidades de interés público, propusieran a candidaturas externas. La iniciativa Ahora es una iniciativa de hombres y mujeres libres organizados como cualquier otra persona en este país que quiere incidir en la vida política. Eso es lo que vamos a hacer en el Senado.
Queremos construir espacios para ayudar a generar, mediante elementos como congreso abierto o trabajos comunitarios, aquella cosa de confianza en tus representantes. El legislador independiente es una figura que busca ser la voz de la gente.
Del otro lado, como una oposición, estará el PRI. Usted y sus compañeros tendrán enfrente a Miguel Ángel Osorio Chong y a René Juárez Cisneros. ¿Qué representa tener ese enfrentamiento tan directo?
Con la gente del PRI, con la gente del Partido Verde que hoy se tropiezan para ser el nuevo aliado del poder, con quienes fueron mis aliados electorales, incluso con Morena. La fórmula tiene una lógica de la siguiente manera: ahí donde haya avance en la agenda de libertades y derechos, yo voy a trabajar. Ahí donde haya amenazas y riesgos de retrocesos, haré valer mi opinión crítica.
Habrá que ver cómo se construyen los acuerdos, cómo se construyen los entendimientos, aun con el grupo mayoritario. Y sí, habrá cosas y gente con la que no tenga cercanía. Cosas me refiero a agenda; gente, con la quien no me identifico. Pero habrá que tener la inteligencia para sobreponer un bien superior.
¿Cuál es este bien superior? El bienestar de la gente del país. Yo fui electo, más de un millón y medio de personas votaron por mí, justo para eso, para llevarles la voz. Vamos a refrendar las causas que nos han traído aquí en esa vocería. Y apostar, construir consensos y acuerdos en función del bien superior.
No acompaño fórmulas de impunidad, no acompaño fórmulas simples y llanas de no asumir historias y trayectorias. Pero habrá, sí, los espacios pertinentes para que esas discusiones tomen su forma. A final de cuentas están acá porque hubo quien votó por ellas, así como por mí. Así que tendremos que sentarnos a dialogar en aquellas cosas que podrían ser puntos comunes.
Usted presidió la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal durante el sexenio de López Obrador. ¿Qué cambios ha visto en el presidente electo y qué mantiene él?
Tiene una agenda social intensa, pero observo en él un mucho mayor pragmatismo. Una decisión de construir acuerdos con grupos con los que antes no. Ahí está Elba Esther o los elogios a Peña Nieto. Hay algunas cosas que se mantienen en su lucha y otras que, me parece, son distintas al Andrés Manuel de antes.
Lo conocí, sí, como Jefe de Gobierno. No del todo una relación fácil. Cuando yo era presidente de la CDHDF de los cuatro informes que yo di, siendo él Jefe de Gobierno, solo asistió a uno. Algunos temas críticos, pero también me tocaron temas críticos con Felipe Calderón y con Enrique Peña Nieto. Por poner ejemplos, casos como el bloqueo de Reforma, la Ley de Víctimas, Ayotzinapa.
No es un tema sino la defensa de los derechos de la gente. Eso en ocasiones me ha llevado a enfrentarme al poder. No es el objetivo enfrentar al poder, sino defender a la gente y si eso implica, lo asumo.
Transitó del cargo público a la principal arena política de país. ¿Por qué tomar esta decisión y por qué tomarla ahora?
Nosotros decíamos en la iniciativa Ahora: ¿a qué nos esperamos? ¿A ver qué queda del país? ¿A ver cuántos miles de desaparecidos más hay? ¿A ver cuánto dolor más? ¿A ver cuánta impunidad más? Si la lógica fuera el bienestar de uno, entonces no tiene sentido la vida pública del país.
Yo soy de aquellos que siempre ha arriesgado su capital, poco o mucho, en las cosas que cree. Eso es lo que hicimos en la iniciativa Ahora. Vengo al Senado de la República a hacer lo que ya he hecho en materia de Derechos Humanos. A trabajar por la justicia y la dignidad desde esta arena.
He sido servidor público local; servidor público internacional como presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; profesor; académico; consultor. Esta también es una tribuna para la defensa de los Derechos Humanos.
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