Vuela a 170 km/hora y sobrevive…

Un joven de 19 años avanzó a 170 kilómetros por hora sobre la avenida Libertador, en Buenos Aires, Argentina. Voló y cayó varios metros abajo en una vía cercana. En la grabación difundida por autoridades locales, se ve cómo el automóvil blanco apenas puede mantenerse unido ante los golpes que le desprenden el metal de la carrocería. Y cuesta trabajo creer, después del impacto y los vidrios que salieron volando, que el muchacho esté en estado de gravedad, pero vivo.

El caso ha impactado a la comunidad en la ciudad. El periódico La Nación explica que el VW Voyage golpeó el «guardarrail y cayó sobre la avenida, en el límite entre la Capital Federal y Vicente López, frente al destacamento policial ubicado en la zona».

https://youtu.be/DiWKSWLVUs8

Según la información de los medios locales, el conductor se encuentra en el Hospital Pirovano, de acuerdo con el secretario de Transporte de la Ciudad de Buenos Aires, Juan José Méndez.

La autoridad dejó claro que el auto fue encontrado destrozado. El motor quedó compactado y el conductor tuvo que ser sacado con sierra, pues quedó encerrado en las entrañas de la máquina, rodeado de metales torcidos.

Después del accidente, el auto fue retirado para renovar la circulación. Aún no se confirma si el joven manejaba bajo la influencia de alguna substancia química que disminuyera su coordinación.

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«El conductor está en estado grave. En la situación en la que SAME encontró al conductor, todo lo que se puso fue para salvar la vida y ahora están buscando estabilizarlo y recuperarlo», añadió Méndez.
Las autoridades advirtieron que en Buenos Aires el exceso de velocidad es una de las principales causas de víctimas fatales. «Las velocidades no son un capricho sino que están puestas porque la infraestructura fue diseñada de manera tal y hay que respetarla».

El accidente fue a la 1 de este viernes. A decir de un informe médico publicado por el diario El Clarín, el joven sufrió un neumotórax derecho, luxofractura de cadera izquierda, fractura de tobillo izquierdo y de seno frontal y techo de la órbita derecha, con neumoencéfalo craneal.

El caso ya es conocido en redes sociales como «el auto que voló».

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