España: ‘síndrome Uber’ hunde alquiler de embarcaciones

En las costas españolas, existe un descontento generalizado por la competencia desleal dentro del alquiler de embarcaciones.

El alquiler de barcos de recreo se trata de un mercado en auge en sitios como Mallorca, Ibiza, Tarragona y algunas otras partes del sur de la Comunidad Valencia; esto debido a los turistas que no pueden comprarse una embarcación propia, pero se rehúsan a renunciar a pasar algunos días en medio del mar.

En 2017, este mercado aumentó 24.7 por ciento respecto al año anterior; tal como informó El Confidencial.

Al observar este fenómeno, particulares han buscado sacar partido a sus propias embarcaciones, por lo cual han comenzado a utilizar la web y un sistema similar a Airbnb para unirse a la oferta de botes.

“La semana pasada, en el puerto de Chártes de Palma solo salió el 20 por ciento de la flota. Y esta semana, ya en pleno julio, empresas que cuentan con 15 barcos tenían parados hasta 11”, señaló José María Jiménez, presidente de la Asociación Patronal de Empresarios de Actividades Marítimas de Baleares (APEAM).

Según las normas locales para poder lucrar con un bote, este debe estar matriculado en la «lista 6°», su uso particular se registra en la «lista 7°», tales números deben aparecer en la cubierta de la nave. Los requisitos de seguridad para una u otra licencia son distintos, por lo que la renta de barcos 7° resulta ilegal.

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«Se ofertan en webs que no piden papeles ni comprueban que el patrón sea profesional […] Nosotros tenemos un servicio de taxis y veo que nuestra situación es igual que la de ellos con Uber» denuncia Jiménez.

Acorde con cálculos de la Asociación Patronal las embarcaciones pirata supondrían el doble de las oficiales. «Ahora mismo hay mil 600 barcos de alquiler oficiales, y por cada uno hay entre 1.5 y 2 que no lo son» comenta la APEAM.

Al tener muchos menos costes por el tipo de matriculación, pueden ofertarse a precios que son inasumibles para los que lo hacen de manera reglada; entre un 20 por ciento y un 50 por ciento por debajo. Aquellos de la lista 6° deben hacer pagos de seguro social, nómina, inspecciones te trabajo, Hacienda, seguridad, etc.

Otra de las faltas en las que incurren las naves pirata, es la navegación sin licencia, pues no cuentan con título PPER (Patrón Profesional de Embarcaciones para Recreo), el cual es necesario para poder llevar clientes a bordo.

El PPER se implementó hace cuatro años para profesionalizar el puesto; para poder acreditarlo se requieren seis meses de formación, 50 días de navegación, 2 mil 500 millas recorridas y cursos de especialización.

Click&Boat es una de las páginas que ha alimentado al crecimiento de la competencia desleal. En ella se ofrece la posibilidad de alquilar barcos tanto profesionales como no profesionales; en ella no se pide prueba de matriculación ni título de patrón al momento de darlo de alta en el formulario de la empresa de origen francés.