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Cultura

Mensajes de protesta contra la inseguridad arropan entrega de los Ariel

Los Arieles se visten de protesta
Archivo

Entre protestas por la inseguridad, exigencias de justicia y mensajes de esperanza, se entregaron ayer en el Palacio de Bellas Artes los premios Ariel, otorgados por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC).

Desde la alfombra roja, diversas personalidades de la industria desfilaron con mantas, bandas blancas, pines y playeras con la frase «No son tres, somos todxs», en alusión a los tres estudiantes de cine asesinados en Guadalajara a manos del narcotráfico, tales como la directora y productora Issa López o la actriz Camila Sodi.  Al respecto, el actor Andrés Almeida, ganador del premio a mejor actor de cuadro por la película «Tiempo Compartido», expresó: «Es increíble que siga pasando. Somos una comunidad que tiene mucha voz y mucha presencia. Si no lo decimos nosotros que tenemos la posibilidad, no lo va a hacer nadie».

En el inicio de la velada, el actor Héctor Bonilla dio un discurso inaugural en el que expresó que el cine mexicano ha evitado ser «un cómplice del silencio», y que se une para poner un alto ante la «época siniestra» que se vive.

Durante la ceremonia, diversos temas fueron abordados en los discursos de los ganadores y ganadoras, tales como la inseguridad del país, el asesinato de los tres estudiantes de cine, Javier Salomón Aceves Gastélum, Daniel Díaz y Marco Ávalos, o el caso de la guardería ABC.

Ernesto Contreras, director de la ganadora a mejor película «Sueño en otro idioma» y también actual director de la AMACC, protestó: «No se puede salir a filmar con miedo. Exigimos que el Estado sea garante de la seguridad de todos los mexicanos». Asimismo, expresó la necesidad de defender el derecho de las audiencias a consumir la producción nacional, ante la deficiente oportunidad de distribución, así como también comentó que es urgente revisar reglamentaciones de la ley de cinematografía o el Tratado de Libre Comercio.

Por su parte, el documentalista Everardo González, director de la ganadora en su categoría «La libertad del Diablo», hizo alusiones a la marcha de esa tarde, así como defendió la labor de retratar la realidad más fuerte del país: «México no sólo es eso. Tiene sus playas, sus olmecas, sus mayas, pero también tiene sus desaparecidos, sus secuestros, sus niños reclutados para las filas del ejército y sicariato (…) Este es el cine que le tocó a mi generación filmar».

En un momento de la noche, los estudiantes Lucía Bello, Mónica Ruiz e Ignacio Rosas Landa, compañeros de los estudiantes de Guadalajara, ofrecieron un discurso: «Es un dolor desbordante producido por una guerra declarada desde nuestras instituciones pero cuyos funcionarios juegan en bandos indefinidos; después, todos los asistentes guardaron un minuto de silencio.

Ya hacia el final de la entrega, el director Amat Escalante subió al escenario a recibir su premio de mejor dirección, por la película «La Región Salvaje». Comentó que ante las injusticias y atrocidades «estamos enfermos» y que «Ojalá nos curemos pronto».

Cerrando la noche, Ernesto Contreras afirmó que se hace mucho, pero se debe hacer mucho más. En alusión al tema de su película, recordó que aún persisten 68 lenguas indígenas en el país y que: «Son 68 formas de decir ‘te quiero, amor, gracias’ Muchas gracias», finalizó.

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