Putin: cumpleaños, entre la admiración y el odio

En redes sociales se viralizó la supuesta casa millonaria del presidente Vladimir Putin, luego de que su contrincante político Alexei Navalny mostrara imágenes del inmueble a través de videos y fotos tomados por su dron. Esto une a Putin a la lista de políticos admirados u odiados por grandes sectores de la comunidad internacional a los que los relacionaron con costosos gastos en sus mandatos, como Fidel Castro y Gadafi.

Esta polémica se acrecentó después de sus últimas declaraciones sobre la economía de su país: “Debemos usar las nuevas soluciones de la teconología de la banca. Lo fundamental es no poner trabas innecesarias, sino crear condiciones favorables para el desarrollo y perfección del sistema financieron nacional”.

La polémica no es ajena a Putin. En 2002 el gobierno ruso tuvo problemas con grupos extremistas chechenos que secuestraron a 800 personas en un teatro en Moscú. Las fuerzas especiales controlaron la situación y después de negociaciones fallidas usaron gas tóxico que terminó con la vida de todos los captores (con excepción de dos muertos por disparo) y de 116 rehenes, según el jefe de Comité de Salud de la capital rusa.

La periodista y activista Anna Politkóvskaya acusó a Putin de ordenar el uso de violencia, así como ser responsable de las acciones contra el gobierno checheno y la brutalidad de las fuerzas militares contra civiles en su vecino país.

Politkóvskaya recibió diversas amenazas de muerte durante su carrera, en el contexto del asesinato de otros opositores al gobierno de Putin, como el editor de la revista Forbes en Rusia, Paul Klébuikov, y el político Valentin Tsvetkov (2002), ambos muertos por disparo de bala, o el periodista Yuri Shekekoehijin envenenado en 2003. Algunos de los asesinos presos por estos crímenes fueron pagados por clientes anónimos con hasta 100 mil dólares.

El caso de Politkóvskaya trascendió después de la publicación del libro Diarios Rusos, donde con base en entrevistas a mafiosos y búsquedas documentales acusó a Putin de tener nexos con la mafia rusa, cuyos negocios iban desde el tráfico de mujeres hasta el narcotráfico. Anna fue asesinada al salir de su departamento en Moscú en 2006. El asesino se acercó a ella y le vació el cargador de la pistola en la cabeza. Era 7 de octubre, el cumpleaños del presidente ruso, a quien la prensa internacional relacionó con el homocidio.

Los asesinos a sueldo Lom-Ali Gaitukáyev y Rustam Majmúdov fueron condenados en 2014, sin saberse quién pagó la ejecución