Estados
El asesinato de los jóvenes cineastas y los gobiernos del PRI
El día 19 de marzo Javier Salomón Aceves Gastélum, Jesús Daniel Díaz García y Marco Francisco García Ávalos fueron a hacer una tarea a una propiedad en Tonalá, que presuntamente pertenecía a la Tía de Javier. Los tres estudiaban en la Universidad de Medios Audiovisuales y no tenían relación con ningún grupo delictivo de la zona.
La propiedad donde realizaron grabaciones había pertenecido a Diego Gabriel, parte del grupo Cártel Nueva Plaza, enemigos acérrimos del grupo delictivo dominante de la entidad: El Cártel de Jalisco Nueva Generación. El inmueble era vigilado desde el 18 de marzo por miembros de esta última organización. Después de terminar sus deberes, los tres chicos, acompañados por la prima de Javier, partieron a otra parte de Tonalá. No sabían que estaban siendo vigilados.
Kilómetros más adelante de la propiedad, el vehículo en el que viajaban las víctimas sufrió una descompostura, en la Avenida Periférico Oriente. En la colonia Coyula, entre las 19:35 y 20:05 horas, fueron alcanzados por dos unidades tipo Pick up. Adentro, venían «policías» estatales.
Seis personas que se identificaron como parte de la Fiscalía de Jalisco bajaron de los vehículos con armas de uso exclusivo del ejército, dejaron ir a la joven y se llevaron a los tres estudiantes, con el fin de interrogarlos. Los falsos uniformados querían saber las más recientes actividades de Diego Gabriel.
Restos encontrados son de los cineastas desaparecidos: Fiscalía de Jalisco
Tras ser golpeados rumbo a las cabañas donde morirían, fueron bajados en las propiedades ubicadas en la calle Lechuza 89-91 en la colonia Las Palomas.
Según los dos capturados por la Fiscalía de Jalisco, entre los que está el rapero QBA, la camioneta fue guardada en la cochera del inmueble perteneciente a ‘El Canzón’, sicario de la organización.
Ahí fue torturado Jesús Daniel García, quien murió «a causa de los golpes», tras ser cuestionado una y otra vez sobre un tipo al que no conocía. Después, fueron ejecutados los otros dos estudiantes, con ayuda de otros seis involucrados que se encuentran prófugos, cuatro de ellos identificados y con órdenes de aprehensión.
Una vez que los estudiantes habían muerto, los criminales se dispusieron a desaparecer de los cuerpos. Para ello recurrieron a la ayuda de QBA, un hombre que en su vida pública se dedicaba a lanzar rimas en eventos locales de hiphop, pero que esa tarde fue «pozolero», encargado de disolver a los chicos en ácido sulfúrico. Antes, ya había hecho lo mismo con al menos 20 personas que aún no han sido identificadas.
No obstante, México y la comunidad internacional alzaron la pregunta del paradero de los jóvenes, a la vez que se cuestionaban por más casos de jóvenes desaparecidos en Jalisco, algunas de las carpetas que siguen abiertas. ¿Qué había pasado en Tonalá? Fue la duda de personalidades como Guillermo del Toro y el Alto Comisionado en Derechos Humanos de la ONU.
Sin embargo, el 23 de abril se dejó de buscar, luego de que la fiscalía confirmara el hallazgo de restos en tres cabañas diferentes en Tonalá, los cuales correspondían al ADN proporcionado por familiares de las víctimas. Tres muertes que con el hashtag #NoSonTresSomosTodxs desataron movilizaciones y protestas en toda la república.
Crece indignación por asesinato de los 3 jóvenes cineastas en Jalisco
Tonalá, un nido de violencia gobernado por el PRI-MC
El municipio donde fueron encontrados los cuerpos no era ajeno a la violencia; por el contrario, había sido foco de varios enfrentamientos entre bandas del crimen organizado que dejaron una estela de muertos en los últimos meses de 2017 y el principio de este 2018.
El presidente municipal del lugar es Sergio Chávez Dávalos, que llegó al cargo de la mano del PRI y recientemente emigró al Movimiento Ciudadano (MC) y quien participó en la mediatización del caso de los estudiantes al anunciar que los policías de su comunidad habían sido exonerados por la desaparición de los jóvenes.
«Pero sí, el presidente municipal de Tonalá está preocupado, porque no quiero dejar de ser alcalde y que no se dé con el paradero de estas personas, porque sería un tache que no quiero llevármelo», dijo en conferencia de prensa el 14 de abril tras reunirse con mandos policiales.
Bajo su administración encontrar ejecutados ha sido una cosa común. El 22 de agosto de 2017, en el camino de El Vado en el cruce con La Piedrera, fue hallado el cuerpo calcinado de una persona. Aún emitía humo, amontonado junto a un par de llantas que ayudaron a acelerar las llamas.
El 3 de noviembre se repitió un caso similar, cuando se encontró en la brecha conocida como ‘Camino Rojo’ el cuerpo de un hombre semicalcinado. De entre 25 y 30 años de edad, al cadáver le faltaban algunos dedos. La víctima también había sido golpeada, a juzgar de varias laceraciones en su cuerpo.
El 3 de febrero de este año ocurrió una masacre en el municipio cuando se encontraron cinco personas con un tiro en la cabeza, desangrados en el interior de una vivienda en la colonia Santa Paula.
La fiscalía del estado declaró al 2017 como uno de los años más violentos en la entidad. Entre sus cifras, registró durante ese año 131 carpetas por homicidios culposos; el segundo municipio más violento del estado después de Zapopan, que abrió 207 carpetas de investigación por asesinato ese año.
El periodo de Chávez Dávalos acabará este año. Sus tres años de administración se llevarán un incremento de un 49% en las cifras de homicidios: en 2015 se abrieron 65 carpetas respecto a este tipo de crímenes. Para 2017 se abrieron otras 132 carpetas, lo que sumó 266 asesinatos.
A un mes, no hay rastro de los universitarios desaparecidos en Jalisco
La sangre corre en un estado tricolor
En cuestión de este legado de violencia, Aristóteles Sandoval, quien también dejará el cargo este año, administró un estado violento. Según el Sistema Nacional de Seguridad Pública, hasta marzo de este año se han registrado 415 homicidios.
En el mismo periodo, en 2017 ocurrieron 369 homicidios. En el año completo, se registraron mil 369 asesinatos. En 2016 se registraron mil 152 homicidios dolosos; 2015 con mil 206 muerte violentas de este tipo; en 2014 se registró una de las cifras más bajas, con mil 038 homicidios; en 2013 con un total de mil 491 asesinatos. En 2012, recién iniciado su sexenio, mil 294.
Estos suman 7 mil 550 en todo su periodo.
En el país del priísta Peña Nieto
Sin embargo, las estadísticas de violencia municipales y estatales sólo representan una porción de los números extremos de toda la República, bajo el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Según las Estadísticas del Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de diciembre de 2012 en el que asumió el cargo hasta febrero de este año, se registraron 102 mil 327 muertes dolosas.
El sexenio peñanietista va para superar al de su predecesor, Felipe Calderón Hinojosa, que en su mandato acumuló 102 mil 859 muertes registradas.
Tres estudiantes secuestrados, torturados, asesinados y disueltos en ácido, y más de 100 mil mexicanos más que los acompañan.
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