“En 2018 se terminó con la era de gobiernos represores; Masacre de Tlatelolco fue el final de la 3era transformación”: Batres

En el marco del 56 aniversario de la Masacre de Tlatelolco, el jefe de Gobierno de Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, declaró que en 2018 se terminó con la era de los gobiernos represores. Asimismo, afirmó que dicho episodio represivo fue el final de la “Tercera Transformación”, pues rompió con la herencia política de la Revolución Mexicana iniciada en 1910, misma que fue origen de políticos que fundaron el Partido Nacional Revolucionario (PNR), hoy Partido Revolucionario Institucional (PRI), el cual gobernó a nivel nacional desde 1929 hasta el 2000.

Durante una ceremonia oficial en la ‘Plaza de las Tres Culturas’, Martí Batres mencionó que desde 2018 se terminó la era de los gobiernos represores y que ese es el mejor homenaje que se puede hacer a los estudiantes que fueron reprimidos y asesinados el 2 de octubre de 1968, por el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz. Añadió que con la ”Cuarta Transformación” se está viviendo una profundización de la democracia y los valores democráticos por los que lucharon los jóvenes hace 56 años, siendo ejemplo de ello la Reforma Judicial que permitirá elegir a jueces, magistrados y ministros

“Hoy en día al frente del gobierno de la Ciudad de México no olvidamos nunca esta fecha y no olvidamos nunca el movimiento del 68, compañeros, porque muchos somos hijos de los activistas de 1968 –los estudiantes universitarios, politécnicos, normalistas– pero también porque nos identificamos profundamente con esa gesta libertaria de aquellos jóvenes”, pronunció el mandatario capitalino.

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El jefe de Gobierno comentó que una razón más por la cual le mueve tanto esta fecha al actual gobierno capitalino es porque la Masacre de Tlatelolco marca trágicamente el fin de lo que concibe como la “Tercera Transformación” de la vida pública de México, es decir la Revolución Mexicana. Explicó que el gobierno de 1968 era uno surgido aún de ese movimiento armado, al pertenecer al PRI, pero que lo que hizo entonces fue un crimen de lesa humanidad que destruyó la alianza social que sostenía a ese régimen.

Batres Guadarrama opinó que el 1968 mexicano fue tan fuerte que transformó la cultura política y promovió la masificación de la educación superior en México: incorporó el nuevo pensamiento crítico a las ciencias sociales; generó activistas que se incorporaron a movimientos urbanos de la periferia de la ciudad; abrió las puertas a nuevas ideas, como el feminismo o la diversidad sexual; dio cauce a la emergencia de nuevos partidos políticos de izquierda, así como nuevas vías para mostrar la inconformidad; abrió camino a la reforma política de 1977; y propició la insurgencia sindical y el sindicalismo universitario.

Finalmente, el gobernante de la capital informó que su administración terminará habiendo quitado el nombre de Gustavo Díaz Ordaz de 27 calles de la Ciudad de México y una colonia que lo llevaban. En contraste, indicó que tomó la decisión de sustituirlo por el nombre de mujeres mexicanas y del mundo que han luchado por los ideales de la libertad. “Era inadmisible que una Colonia popular construida por la propia gente que se encuentra a un costado de Ciudad Universitaria llevara ese nombre”, dijo y compartió que hoy esa zona se llama ‘Estudiantes de 1968’.