Descarta AMLO afectación a economía de México por “campaña” Fitch o Morgan Stanley contra Reforma Judicial

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) descartó que la economía de México se vaya a ver afectada por la disminución de las calificaciones de Fitch Ratings o Morgan Stanley. Esto luego de que comenzaran a advertir de consecuencias en sus mediciones en caso de que se consolide la Reforma Judicial, mediante la cual se busca implementar la votación popular para jueces, magistrados y ministros.

Durante la ‘mañanera’, AMLO comentó que no afectaría que calificadoras como Fitch o Morgan Stanley redujeran sus calificaciones para México, dado que la economía está muy fuerte y resistiría toda esa campaña. Asimismo, señaló que el país tiene poca deuda externa, representando alrededor del 25% de la deuda global; que existe un récord de reservas en el Banco de México (Banxico); y que el tipo de cambio ha tenido ajustes, pero solo por factores externos.

López Obrador mencionó que este tipo de instituciones financieras siempre habían dominado a México porque le imponían agendas durante el periodo neoliberal. En ese sentido, resaltó que por eso mismo el gobierno nunca tenía un plan propio de acción a partir de las necesidades propias, sino que adoptaba las “cartas de intención” o “reformas estructurales”, que en esencia significaban facilitar el robo, el lucro y el beneficio para una minoría a costa del sufrimiento de la mayoría del pueblo.

Te puede interesar: Fitch Ratings confirma calificación BBB-, con perspectiva estable, a México

El mandatario nacional expresó que fue gracias a la adopción de estas agendas internacionales que se observó la reducción del salario mínimo de los mexicanos en términos reales; el crecimiento de la migración de millones de connacionales; el aumento de la violencia a niveles nunca antes vistos; y el enriquecimiento de un sector como nunca durante el periodo neoliberal. “Las calificadoras están alineadas a esa política”, sostuvo.

AMLO dijo que ahora es distinto porque su gobierno implementó un programa de desarrollo propio, con una agenda que contiene prioridades que nunca se consideraron antes, como el combate a la corrupción y a la pobreza, así como el dejar de transferir bienes a particulares. Señaló que comprende que estos “cómplices del saqueo que hubo en México” estén molestos por la política que se está llevando a cabo, pero afirmó no pueden sostener que es fracasada.

Finalmente, el presidente de la República indicó que ahora que se meten a opinar sobre la Reforma Judicial no es para tomarlos en serio porque son como los pasquines o los intelectuales orgánicos en decadencia que están haciendo hasta el ridículo con sus “análisis”. Entre estos últimos ubicó a Héctor Aguilar Camín, por decir que ahora no hay democracia y era mejor el régimen del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del dictador Porfirio Díaz; asimismo, criticó al historiador Enrique Krauze por afirmar que está empezando una nueva “monarquía”.