UNAM alista conmemoración de 50 años del Movimiento Estudiantil del 68

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) anuncia este miércoles en Tlatelolco su “programa político cultural” para conmemorar el medio siglo del Movimiento Estudiantil del 68, que tuvo su clímax con la matanza de jóvenes en la Plaza de las Tres Culturas, el 2 de octubre de 1968, bajo el régimen de Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970).

El “M68”, como bautizó la Universidad el programa conmemorativo, se inaugura a las 10 horas del 7 de marzo en el auditorio Alfonso García Robles del Centro Cultural Universitario Tlatelolco, en una ceremonia a la que están convocados el rector Enrique Graue; el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, y el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González.

También la directora general del Archivo General de la Nación (AGN), Mercedes de Vega, y el presidente de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) del gobierno federal, Sergio Jaime Rochín.

Además, asiste el director de Difusión Cultural UNAM, el escritor Jorge Volpi, quien posterior a la ceremonia de inauguración, detallará en conferencia de prensa el programa político-cultural del M68.

El Movimiento Estudiantil del 68 agrupó a alumnos de diversos planteles de la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y universidades privadas, que a lo largo de aquel año encabezaron protestas políticas para exigir al gobierno democracia y fin al autoritarismo, junto con profesores, obreros, intelectuales y miembros de otros sectores sociales.

La UNAM estuvo muy cercana a las movilizaciones, al grado de que el entonces rector, Javier Barros Sierra, condenó el 1 de agosto del 68 el ataque con bazuca de la víspera contra la Preparatoria 1 y 3, reclamó la autonomía universitaria, exigió la libertad de presos políticos, izó la bandera mexicana a media asta en CU y encabezó una marcha de protesta.

El 18 de septiembre del 68, el Ejército invadió Ciudad Universitaria, que ocupó hasta el 1 de octubre siguiente. Barros Sierra renunció a la rectoría días después tras la invasión militar.

Después de una serie de movilizaciones en la capital, la tarde del 2 de octubre miles de jóvenes se congregaron en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, a un costado del edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores que actualmente es el Centro Cultural Universitario Tlatelolco donde será la inauguración de los actos conmemorativos del M68.

Ahí los jóvenes fueron masacrados por francotiradores identificados como miembros del Batallón Olimpia vestidos de civil, parapetados en varios edificios de la unidad Tlatelolco, como el Chihuahua. Hasta hoy no existe una cifra oficial de muertos o desaparecidos.

Muchos de los detenidos fueron llevados al Campo Militar número 1 o al Palacio de Lecumberri, la tétrica prisión porfiriana, a la que a su cierre se trasladó en 1977 el Archivo General de la Nación, dependiente en la actualidad de la Secretaría de Gobernación.

Díaz Ordaz, en un discurso televisado, asumió la total responsabilidad de la matanza.

En 2002, el entonces presidente Vicente Fox creó la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (FEMOSPP) para investigar los crímenes y violaciones a los derechos humanos durante las décadas de los sesenta y setenta, en los gobiernos del Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez.

La FEMOSPP acusó a Echeverría Álvarez de genocidio por la matanza del 2 de octubre en Tlatelolco, logró ponerlo en prisión domiciliaria, pero en 2009 el ex presidente, que fungía como secretario de Gobernación cuando ocurrió la masacre, logró su absolución y vive para contarlo.