Sobreviviente de L-12 denuncia falta de apoyo del gobierno de la CdMx

Para Sergio Santiago aquella fatídica noche del 3 de marzo de 2021 en la que se desplomó parte de un convoy de trenes de la Línea 12 del Metro inició una pesadilla que a más de dos años sigue padeciendo.

Él, un hombre de ahora 40 años, vive la falta de compromiso de las autoridades del gobierno de la Ciudad de México, que por momentos se hacen presentes, pero otros desaparecen. Recientemente, el joven padre de un niño de cinco años y que antes solía desplazarse en bicicleta de su trabajo situado en un almacén de ropa en Villa Coapa para luego subirse al metro y después continuar su ruta de regreso en dos ruedas hasta Valle de Chalco, donde está su casa, denuncia que al solicitar que personal de asistencia del gobierno central lo llevara al hospital de rehabilitación desde su hogar éstos se negaron porque la solicitud “era muy temprano”.

De acuerdo con el testimonio que Sergio Santiago dio a La Hoguera, como era habitual, el pasado 15 de agosto le pidió ayuda a la señorita Danaé Campos, quien es la secretaria de Ernesto Alvarado, comisionado ejecutivo de atención a víctimas del gobierno de la Ciudad de México, para solicitarle el envío de un vehículo a su casa para que éste pudiera trasladarlo a sacar una cita en Instituto de Rehabilitación Luis Guillermo Ibarra Ibarra, ubicado en la alcaldía Tlalpan, y de este modo continuar con las terapias que los especialistas le recomendaron para tener una vida “normal” tras haber caído en el colapso de la Línea 12, pero que aún las lesiones le provocan un fuerte dolor en la columna.

Ante la petición, la señorita Campos, afirma, le pidió que llenara un formato en el que tenía que complementar con sus datos personales como nombre, pero en el que también le solicitaron que incluyera su domicilio desde el cual pedía el traslado y el punto en donde se ubica el hospital al que asistiría. Dicho procedimiento señala que se le hizo extraño porque en los viajes anteriores no le pedían ese requisito, pero que con el afán de tener a tiempo su cita llenó tal cual se lo pidieron.

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Pero pasaron días y su requerimiento no tuvo respuesta. Y ante la premura de que pasara el tiempo para acceder a la rehabilitación, Sergio afirma que se comunicó con quien le asignaron como su “enlace” —persona encargada de facilitarle trámites, reuniones o resolverle requerimientos— de nombre Gerardo Caballero, quien lo único que le sugirió fue “espera”.

Dos días después de hecha la petición inicial, el 17 de septiembre recibe una respuesta de Danaé Campos, donde le comunica que “por el horario (6:30 am que había solicitado ser trasladado desde su casa al hospital) no se puede realizar el traslado. Que una disculpa”.

Ante ello, se vuelve a comunicar con su enlace para insistir en una solución, pero este sólo atina a decir que “por el momento” tendría que hacer el traslado “por tus medios”. Situación que Sergio Santiago asegura le es complicado porque no cuenta con los recursos necesarios.

Pero después aparece un nuevo mensaje de la secretaria del encargado de atención a víctimas que le hacen pensar que sí tendrá el apoyo, pero esa esperanza se agota nuevamente porque la funcionaria le pregunta que cuánto cuesta el traslado en Uber, pero al mandarle la captura de pantalla del costo, esta no responde más.

Ante todo ello, Sergio Santiago una de la centena de víctimas de la Línea 12 que no ha aceptado la indemnización del gobierno central porque consideran que no corresponde a lo establecido y al grado de daño que sufrieron y que son representados por el abogado Teófilo Benítez, lamenta que él haya tenido que acudir al instituto de rehabilitación por su cuenta, es decir, desplazándose en camión, aunque ello implique lastimarse más las costillas en las que sufrió daño y que aún le causan dolor.