China expresa su “fuerte descontento” por críticas de G7: “no aceptaremos las reglas impuestas por unos pocos”

Tras haber sido acusado por los líderes del G7 de “militarizar” la región de Asia y el Pacífico, China mostró su “fuerte descontento” ante los señalamientos, pues afirma que el grupo manipula todas las cuestiones relacionadas con ellos y solo ven una parte de las situaciones, además de que acusó al G7 de “obstaculizar” la paz mundial.

«El G7 se obstina en manipular las cuestiones relacionadas con China. Desacredita y ataca a China», dijo que el portavoz de Relaciones Exteriores de China, mismo que agregó que expresó “el fuerte y firme oposición” de lo dicho por los países reunidos en la cumbre de líderes que se celebra en Hiroshima, Japón. Y advirtió que «nunca aceptará las reglas impuestas por unos pocos».

Ante las declaraciones señaladas en el comunicado conjunto del G7, el vocero chino dijo que envió una queja formal a Japón, como país anfitrión, así como a los otros seis países partícipes en la declaratoria.

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Sobre las opiniones vertidas respecto al tema de Taiwán, indicó que el G7 únicamente ve lo que hace Pekín, pero no muestra la oposición que hay del movimiento independentista taiwanés, al tiempo que criticó que presuntamente los países del G7 quieren avanzar a un mundo pacífico, pero “en realidad obstaculizan la paz mundial, perjudican la estabilidad regional e inhibe el desarrollo de otros países”.

Por su parte, la embajada de China en Japón sostuvo que el G7 en lugar de buscar la paz, “instiga a una política de bloques, de confrontación y división que revela, de nuevo, la hipócrita naturaleza del grupo”. En ese sentido, advirtió a Tokio que no viole la buena fe y busque beneficiarse a expensas de su vecino.

En su comunicado, el G7 pide a China que «no lleve a cabo actividades de injerencia» en sus países miembros, y expresa su «preocupación» por los derechos humanos, «especialmente en Tíbet y Xinjiang». Además de que subrayaron «la importancia de la paz y de la estabilidad» en el estrecho de Taiwán, y expresan su gran preocupación por la situación en el mar de China meridional, acusando indirectamente a China de «coerción”.

Finalmente, la cancillería China afirmó que «nadie debe subestimar la determinación, la resolución y la capacidad del pueblo chino para salvaguardar la soberanía y la integridad territorial de China».