Murió Luis Echeverría Álvarez, expresidente de México vinculado a la Masacre de Tlatelolco y “El Halconazo”

El expresidente de México, Luis Echeverría Álvarez, murió este fin de semana a los 100 años de edad. De acuerdo con primeros reportes extraoficiales, el político perteneciente a las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) falleció el viernes 8 de julio y será velado en Lomas Memorial en la alcaldía Cuajimalpa, Ciudad de México.

Luis Echeverría Álvarez nació en Ciudad de México el 17 de enero de 1922, estudió la licenciatura en Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y en 1946 decidió afiliarse al recién refundado Partido de la Revolución Mexicana (PRM) convertido en el PRI. Ahí este fue secretario particular del presidente del instituto político, el general Rafael Sánchez Taboada, encontrándose con personajes como Adolfo López Mateos cuando fue secretario general de la organización tricolor.

Al ser nombrado secretario de Marina por Adolfo Ruiz Cortines, Sánchez Taboada decidió llevar con él al abogado y colocarlo como Director de Cuenta y Administración de la Secretaría de Marina en 1952, significando su ingreso al gobierno federal. Posteriormente, este fue nombrado oficial mayor de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

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Fue en el gobierno del mexiquense Adolfo López Mateos cuando este pasó a inmiscuirse en los asuntos meramente políticos de México. Esto se debió a que pasó a ser subsecretario de la Secretaría de Gobernación en 1958, quedando bajo las órdenes de Gustavo Díaz Ordaz desde entonces; al concluir el sexenio, el originario de Ciudad Serdán, Puebla, ya como presidente de la República, nombró a Luis Echeverría Álvarez como su secretario de Gobernación en 1962.

El periodo en el que ambos políticos estuvieron encargados de la gobernabilidad del país, al manejar una de las secretarías más relevantes del gobierno mexicano, se caracterizó por la reacción represora y violenta del gobierno mexicano contra la organización popular.  Como ejemplos estuvieron el asesinato del líder campesino Rubén Jaramillo en 1962 o los actos intimidatorios y represivos contra  el Movimiento Revolucionario del Magistario de Othón Salazar o el Movimento Médico de 1964-1965.

El episodio más recordado sería la masacre de estudiantes en 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, cerca del centro de Ciudad de México. Aunque comúnmente el hecho es vinculado a Díaz Ordaz, en 2005 la  Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp), fundada y activa durante el gobierno de Vicente Fox Quesada, acusó a ocho ex funcionarios, entre ellos Luis Echeverría, de genocidio y privación ilegal de la libertad derivado de ese episodio.

Sin embargo, el juez Ranulfo Castillo Mendoza se negó a girar órdenes de aprehensión por considerar que los delitos habían prescrito. Esa decisión fue revocada por el magistrado Ángel Matar Oliva, del Segundo Tribunal Unitario en materia penal, por lo que el expresidente debió declarar sobre el caso, aunque este no llegó a prisión preventiva sino que tuvo un pequeño arresto domiciliario.

El caso no prosperó tampoco después. La Femospp fue desaparecida en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa y el 27 de marzo 2009 el Quinto Tribunal Colegiado en materia penal del primer circuito, integrado por los magistrados Rosa Guadalupe Malvina Carmona Roig, María Eugenia Estela Martínez Cardiel y Manuel Bárcena Villanueva, declaró inocente de los delitos que se le imputaban a Luis Echeverría Álvarez por lo ocurrido en Tlatelolco.

Pese a esa complicidad en los hechos, Luis Echeverría se presentó en 1970 como candidato a la presidencia de la República por el PRI. Sin sorpresa, el ungido por el partido hegemónico ganó sin implicar ningún cambio en la manera represiva de contrarrestar a la oposición al gobierno priista.

En su informe de 2006, la Femospp resaltó que intentó legitimarse promoviendo la ruptura de relaciones diplomáticas con la España de Francisco Franco y con Augusto Pinochet tras del golpe de estado en Chile. Asimismo, comentó que promovió la formación de partidos de izquierda como el el Partido Socialista de los Trabajadores y el Partido Mexicano de los Trabajadores, aunque estos lograran su registro.

No obstante, la fiscalía mencionó que Echeverría se caracterizó por su política de doble juego porque si bien tenía un discurso de “apertura democrática” liberando a cerca de 200 presos políticos del Movimiento Estudiantil de 1968 y el Movimiento Ferrocarrilero de 1958-1959, también estaba apostando a tácticas contrainsurgentes y acalló a la prensa, como pasó con el periódico _Excélsior_.

A la par, recordó que este fue el responsable directo dela masacre del 10 de Junio de 1971,  en el episodio mejor conocido como “El Halconazo”.  Ese día jóvenes de Ciudad de México se manifestaban contra de una ley que buscaba eliminar la autonomía de la Universidad de Nuevo León.  Estos habían salido del  Casco de Santo Tomás, del Instituto Político Nacional (IPN), cuando fueron alcanzados por el grupo paramilitar «Los Halcones» para abrir fuego contra ellos cuando caminaban sobre Avenida de los Maestros.