Luego de que el candidato de Morena por la alcaldía de Tlaquepaque, Alberto Maldonado, denunciara que se habían registrado actos de violencia en contra de simpatizantes de su partido, Mario Delgado, presidente nacional de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), se sumó a la condena de los ataques y pidió a los partidos opositores no tener miedo a la voluntad de la gente.

“La derecha naranja está operando de manera irregular en el proceso electoral de Tlaquepaque, Jalisco. No nos extraña que le tengan miedo a la voluntad de la gente”, aseguró Delgado en un tuit publicado desde su cuenta personal.

Ante ello, el candidato morenista pidió al gobierno estatal de Enrique Alfaro “serenar las cosas”, pues dijo que Herminio Bárcenas, candidato a regidor, fue agredido junto a su familia en un presunto operativo de autoridades municipales.

“Ya hemos estado denunciando algunas triquiñuelas de Movimiento Ciudadano, por parte de trabajadores del Ayuntamiento de Tlaquepaque. Ayer en la noche tuvimos un acto de violencia en donde llegaron encapuchados a amedrentar, a zarandear, a empujar y a golpear a algunos de mis candidatos a regidor”, subrayó.

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Mario Delgado acusó que las agresiones han impedido que toda la ciudadanía salga a votar libremente y adelantó que defenderá la voluntad del pueblo conforme a la ley.

“Las irregularidades de esta jornada electoral han impedido la libre participación de la gente. Por eso estaremos presentes en Tlaquepaque para apoyar a nuestro movimiento y defender que la jornada se realice conforme a la ley”.

El pasado octubre la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) anuló la validez de la elección del Ayuntamiento, y regidurías de Tlaquepaque, Jalisco, al considerar que el llamado que hizo el cardenal Juan Sandoval Íñiguez a no votar por Morena tuvo influencia en los resultados electores que se dieron el 6 de junio pasado y que habían dado como ganadora a la candidata de Movimiento Ciudadano (MC), Citlalli Amaya.

Además, el TEPJF determinó que el cardenal violentó la ley de separación del Estado-Iglesia al intervenir en la elección local. “vulneraron de manera directa el principio de separación Iglesia-Estado, y dichas violaciones se hicieron al final de la campaña y durante la veda por lo que no pudo sostenerse la confiabilidad en los resultados, atento a que la diferencia mínima entre el primer y segundo lugar fue de 1.29 por ciento”.