Internacional
Conflictos postelectorales: el drama por el Colegio Electoral en EU
Joe Biden ha sido reconocido por medios y líderes mundiales como el vencedor de la contienda contra Donald Trump, quien se resiste a aceptar los resultados y argumenta la existencia de un fraude en su contra. Pese a que han sido días convulsos, no es la primera vez que Estados Unidos (EU) vive un drama con su elección presidencial ligada a la conformación del Colegio Electoral.
El sistema electoral: voto indirecto para un Colegio Electoral
En México las elecciones presidenciales de cada 6 años tienen como uno de los principios el voto directo, de modo que aquella candidata o candidato que tenga el mayor número será declarado como ganador de la contienda. No obstante, el «vecino del norte» cuenta con un sistema electoral basado en el voto indirecto mediante el cual se elige a una serie de electores por entidad, siendo ellos quienes elegirán al presidente.
En EU el ganador será aquel candidato que logre sumar 270 o más «votos electorales» provenientes de los electores. Cada entidad ganada representa un número distinto de estos, de modo que el objetivo de las elecciones federales presidenciales es que un partido gane suficientes para juntar más del 50% de los 538 electores que compondrán el Colegio Electoral.
Este órgano que se reúne en el mes de diciembre para votar a favor de alguna de las candidaturas presidenciales. Aunque en teoría los electores son libres de dar su voto a quien consideren mejor, el ser seleccionados reglamentadamente por el partido ganador en cada entidad les hace llevar una consigna para votar a favor del candidato presidencial por el partido que le envía o al que pueden incluso pertenecer.
Las dudas de su vigencia
Durante los últimos días se han reproducido las palabras del senador Bernie Sanders respecto a su temor de que al contabilizarse en diferentes momentos los votos en urnas y los votos anticipados se produjera un revés a las primeras cifras proyectadas a favor de Joe Biden, provocando que Donald Trump desconociera el triunfo demócrata.
Con menos eco, pero igual de importante, esta semana utilizó sus redes sociales para señalar que el Colegio Electoral era algo que se debía abolir para dar paso al sistema de voto directo en EU. Hasta la actualización de este martes a las 1:45 p.m., los medios estadounidenses reportaban que Joe Biden había recibido 76 millones 310 mil votos, más de 4 millones que los logrados por Donald Trump, quien suma 71 millones 618 mil votos.
«Joe Biden ganará el voto popular por más de 4 millones de votos. El candidato demócrata a la presidencia ha ganado el voto popular en 7 de las últimas 8 elecciones. Una persona, un voto. La democracia debe gobernar», declaró el longevo legislador y exaspirante presidencial de Vermont.
El sistema electoral también incide en las estrategias de los candidatos. Habiendo algunos estados tradicionalmente a favor de una de las opciones mayoritarias, lo candidatos deciden en ocasiones no visitarlos ni buscar incidir en el voto. Por el contrario, las estrategias pueden girar en torno a buscar la confianza de entidades que por su número de votos o atender a los «swing states», estados donde no hay una tendencia clara del partido al que la mayoría de los habitantes apoya.
En 2016 Sanders hizo declaraciones al respecto señalando que aquellas entidades con resultados que eran estimados desde el inicio eran ignoradas en el proceso político. «Lo que termina sucediendo es que la campaña se trata básicamente de 16 o 17 estados que se vuelven el ‘campo de batalla‘ en este país. Y creo que eso es injusto para los otros 30 estados que quisieran ser parte del proceso político», expresó para la cadena CNN .
Perder pese a ganar: ganadores que no fueron presidentes en EU
En el siglo XXI han sido dos las ocasiones cuando quien finalmente resulta electo presidente no cuenta con la mayoría del voto popular emitido. La lucha de Trump por buscar dar revés al triunfo de Biden en entidades claves está sustentada en su triunfo presidencial de 2016.
Pese al desgaste que tuvo por la airada contienda interna dentro del Partido Demócrata, Hillary Clinton obtuvo como resultado del «Super Martes» 65 millones de votos frente a 62 millones 984 mil de Donald Trump. Sin embargo, el republicano logró 304 votos electorales luego de ganar los «swing states» de Ohio, Florida, Carolina del Norte, Iowa, Arizona y Georgia.
«Clinton acumuló millones de votos en estados densamente poblados como California y Nueva York, pero sus grandes márgenes de victoria allí se volvieron esencialmente insignificantes», declaró Sanders también para CNN reclamando lo ocurrido y poniendo en tela de juicio la pertinencia de continuar con el Colegio Electoral en EU.
A inicios del milenio, el vicepresidente Al Gore buscaba como candidato presidencial dar continuidad a los trabajos de Bill Clinton en la Casa Blanca. En el otro bando, George W. Bush, gobernador republicano de Texas, buscaba derrotar al partido que 8 años atrás había vencido a su padre por la vía democrática.
El demócrata Al Gore superó a George W. Bush por más de medio millón de votos directos al rozar los 51 millones de sufragios; sin embargo, el republicano venció en el Colegio Electoral. Con 271 votos electorales Bush se convirtió en el 43° presidente de EU siendo determinante la declaración de triunfo en Florida, estado que con sus 25 votos inclinó la balanza pintándose de rojo.
Al Gore procedió legalmente contra el resultado de Florida donde gobernaba Jeff Bush, hermano de su contendiente, acusando que miles de votos habían sido mal invalidados de manera errónea en los condados de Broward, Miami-Dade, Volusia y Palm Beach. La entidad dio como ganador a George Bush con una ventaja mínima de 327 votos, lo cual permitía reclamar el conteo manual de las boletas.
Aunque esto fue ordenado por el Tribunal de Florida, la Suprema Corte de Estados Unidos impidió el desarrollo del conteo, por lo que la derrota del candidato demócrata quedó confirmada.
La última vez que esto había ocurrido fue en 1888 cuando el republicano Benjamin Harrison logró la presidencia al obtener 233 votos electorales con 5 millones 443 mil votos contra 168 votos electorales del demócrata Grover Cleveland quien obtuvo la mayoría del voto popular al sumar 5 millones 534 mil sufragios a su favor.
Benjamin Harrison Grover Cleveland
En 1876, Estados Unidos vivió una de las crisis constitucionales más importantes, puesto que los comicios presidenciales protagonizados por el republicano Rutherford Bitchard Hayes y el demócrata Samuel Jones Tilden tuvieron resultados cerrados en los antiguos estados confederados de Florida, Luisiana y Carolina del Sur. La cantada victoria doble provocó una discusión para saber cómo se debía proceder puesto que la Constitución no contemplaba la solución de ese tipo de escenarios, como hoy ante la Suprema Corte.
Samuel J. Tilden Rutherford B. Hayes
Finalmente, el antecedente más añejo que se tiene fue el relativo a la elección de 1824, cuando, a pesar de lograr incluso más votos electorales, Andrew Jackson no fue reconocido como presidente y en una elección contingente en la Cámara de Representantes se votó a favor de John Quincy Adams. Además, significó el final del Primer Sistema de Partidos de EU.
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