El feminismo no es violencia, claman este 8M en CDMX

Hoy fue un domingo diferente y cómo no, si en México asesinan a mujeres diariamente. Hoy se vale celebrar, pero no callar. La jornada fue diferente, este 8 de marzo tres generaciones de mujeres se dieron cita en el corazón de la Ciudad de México; niñas, jóvenes y de la edad adulta. Sin importar edad, clase social o profesión.

El Monumento a la Revolución fue uno de los puntos donde colectivos feministas iluminaron el recinto con una tonalidad púrpura, tambores acompañaron a cientos de voces, mantas con leyendas como “Seguras Nos Queremos”, “¿Silencio? Nunca Más”, “Siempre Juntas”, se leían. Lagrimas rodaban en el rostro de madres que desde hace varios años no encuentran a sus hijas desaparecidas.

Las niñas acompañadas de sus madres gritaban “Ni Una Más” y “Ni Una Asesinada Más”, repetían está consigna una y otra vez hasta llegar al zócalo capitalino. Hoy todas se unieron para alzar la voz, para demostrar empatía con familias cuyos feminicidios siguen impunes. Hoy todas salieron a las calles de la capital del país para exigir un alto a la violencia que día a día incrementa, para exigir políticas públicas transparentes y que se cumplan.

Los colectivos feministas se abrazaron para unificar sus voces y hacerle saber a la sociedad que hoy son más fuertes. Fuertes como la mamá de Montse, que lleva 19 años exigiendo justicia por el asesinato de su hija, “Es familiar de un funcionario del estado de Chihuahua, se apellida Castañeda Ogaz, vive en Estados Unidos y el Gobierno no ha hecho ni madres para ir por él. Basta de agredir a mujeres y vayan a ayudarnos a buscar a nuestras hijas desaparecidas”.

Colectivos feministas dieron voz a varias mujeres para expresar sus historias, sus denuncias e inconformidades, entre las cuales señalaron a los medios de comunicación por difundir imágenes de mujeres asesinadas en sus primeras planas, por difundir notas de morbo, por utilizar la imagen de la mujer como producto y exigieron sean sancionados los medios que desde su trinchera generan violencia.

Poemas, discursos, historias de madres en busca de sus hijas desaparecidas, fueron expresadas de manera pacífica: “Porque vivas, juntas y organizadas nos queremos”.

El pacifismo entre los movimientos feministas se hizo notar por un transcurrir de horas, hasta que un grupo de mujeres encapuchadas comenzaron a hacer desmanes, aventar bombas molotov, tirar las vallas colocadas alrededor de la iglesia católica y tomaron los micrófonos del templete incitando a la violencia, a quemar monumentos, a hacer destrozos, ninguna mujer feminista les siguió la corriente, las feministas gritaban una y otra vez que “el feminismo no es violencia”, en varias ocasiones pidieron a las encapuchadas se retiraran y no vandalizaran.

“El feminismo no es violencia”, resonaba en el corazón de la Ciudad de México ante grupos de mujeres encapuchadas que mediante un discurso incitaron a hacer destrozos, ninguna feminista las apoyó.

Las mujeres no fueron las únicas que salieron a alzar la voz, durante la marcha feminista hubo hombres y niños que se solidarizaron con un problema que lleva años sin ser atendido, gobiernos pasan, políticos prometen, instituciones desechan casos y el caos que antes era latente, hoy es imposible que la ceguera sea una razón de excusa. ¡Un días más en este México rojo!

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