Padres niegan causa de muerte de estudiantes por riña

Debido al asesinato de tres estudiantes pertenecientes a la Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y la Universidad Popular del Estado de Puebla (UPAEP), la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla dio una conferencia de prensa en donde aseguró que el homicidio de los jóvenes (dos colombianos y uno veracruzano) y el conductor del vehículo en el que se transportaban, se debió a una riña por un sombrero que Ximena Quijano portaba consigo, ante cuya versión Sonia Hernández, madre de la estudiante de medicina, rechazó que esa pueda ser la causa del asesinato de su hija y tres personas más.

La madre colombiana aseguró que tanto su hija como sus compañeros, quienes acudieron al carnaval de Huejotzingo, no hubieran peleado por un sombrero que, según las investigaciones y declaraciones del fiscal Gilberto Higuera, le fue arrebatado por la mujer que actualmente se encuentra detenida.

“No hubo riña, no hubo pelea, nuestros hijos no eran esa clase de muchachos que peleaban por un sombrero, eso no fue la causa, eso no es verdad”, expresó Sonia Hernández y afirmó que la FGE no les ha comunicado con claridad el motivo del homicidio.

Del mismo modo la madre de la víctima aseveró que Ximena, de 25 años, «vivía muy feliz en México, ella decía que adoraba México, que adoraba Puebla, que ella quería hacer aquí su especialización, que ya no se quería ir”.

Sonia Hernádez declaró que no se había enterado de los hechos hasta que fue contactada por la madre de otro joven que también fue asesinado, enlazando así la declaración de Angélica Serpa, mamá de José Antonio Parada, también de origen colombiano, que no fue la fiscalía ni la policía municipal quien halló los cuerpos, sino fue ella a través de un amigo de su hijo quien la apoyó para encontrar a los ultimados.

Acorde con lo relatado por Angélica, su hijo de 22 años le informó que regresarían a Puebla en un Uber, por lo que su madre siguió a su descendiente a través del GPS; no obstante, tras percatarse que no salía del municipio, comenzó a llamar en repetidas ocasiones sin conseguir que la llamada fuera contestada.

“Ayer domingo estuvieron en una fiesta en un pueblito que queda cerca de Puebla, ellos estaban terminando el año de médicos internos en Puebla y a las 9: 31 p.m. fue la última vez que hablé con mi hijo. Me dijo que estaba en la casa de un amigo y que iba a coger un Uber, se iban a ir para Puebla”, detalló la madre.

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