Violencia se dispara cuando intervienen Marina y Ejercito

Cuando intervienen fuerzas armadas en tareas de seguridad pública la violencia se dispara, sobre todo los casos de tortura, violación y posibilidad de ser herido con arma de fuego, advierten expertos en una mesa de análisis.

Este jueves, en la mesa de análisis Seguridad Pública y Militarización, organizada por el Centro de Exploración y Pensamiento Crítico de la Universidad Iberoamericana, fue analizado el Plan de Paz y Seguridad propuesto por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, y se advirtió que tal estrategia puede llevar a una militarización de la seguridad del país.

Moderada por Ernesto López Portillo, la mesa presentó ideas y cifras que confirmaban que, cuando las fuerzas armadas intervenían en la seguridad pública la violencia se disparaba, en concreto los indicadores como tortura, violación, posibilidad de ser herido con arma de fuego, entre otros.

En el acto se encontraban, además de López Portillo, Carlos Silva y Catalina Pérez Correa, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE); Daira Arana, investigadora de la organización Causa en Común; Sergio Aguayo, profesor de El Colegio de México; Mario Patrón, director de Centro PRODH , y Mónica Serrano, investigadora del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México.

Carlos Silva, en su intervención, destacó índices estadísticos acerca de la actuación de las fuerzas armadas, tales como el índice de letalidad, es decir, cuantos criminales mueren en relación con cada elemento de seguridad, argumentando que mientras más crece esta relación de manera desproporcionada, más preocupante se vuelve, pues puede ser una señal de que se están llevando a cabo ejecuciones extrajudiciales.

Así explicó que en 2017, por cada deceso de un elemento judicial, fallecieron 16.5 criminales, así como 21 civiles. Asimismo, acorde con la encuesta ENPOL (Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad), el uso de fuerza durante las detenciones, en concreto el uso de armas contundentes, presenta una marcada diferencia cuando la detención la realiza el Ejercito, seguido por agentes federales y de la Marina.

Por otro lado, también detalló que la probabilidad de que se presenten disparos en detenciones, aumenta cuando se ven involucrados el Ejército y la Marina, al igual que la probabilidad de sufrir tortura una vez en cautiverio. En este sentido, es preocupante la relación de estas violentas acciones con las mujeres, pues para ellas, la probabilidad de ser torturadas y violadas aumenta 41% por parte de agentes de la Marina.

Complementando esta información, la investigadora Catalina Perez Correa apremió la inexistencia de una ley que vigile el uso de la fuerza, afirmando que el único documento en este sentido no es más un manual, desactualizado y poco conocido, cabe destacar.

Explicó que durante su búsqueda en el tema, desde 2015 el INAI dejó de prestar información sobre la actuación y frecuencia de enfrentamientos de las fuerzas armadas, argumentando que a la Secretaría de la Defensa Nacional no le correspondía tal monitoreo, por lo que se dirigió a la Procuraduría General de la República, misma que proporcionó datos fuera de toda lógica, ente los cuales se asentaba que entre 2007 y 2009, así como en 2012, no hubo ningún enfrentamiento armado.

Pérez Correa argumentó que dicha información evidencia la construcción de un sistema donde no hay sistemas de control ni registros oficiales sobre el actuar del Ejército y demás fuerzas armadas, lo que les deja vía libre para cometer atropellos de toda índole. Igualmente, hizo hincapié en que a partir del 2006 y durante todo el sexenio del panista Felipe Calderón, hubo un aumento considerable en los índices de amenazas graves, reportes de tortura, violaciones, y muertes colaterales, entre otras variables.

En su intervención, Sergio Aguayo afirmó que debe redefinirse una agenda que incentive la relación con estados y municipios, a fin de conocer los contextos particulares y las causas de la delincuencia en dichos lugares, pues, a decir suyo, «a pesar de que las fuerzas armadas están altamente jerarquizadas, el poder está fragmentado», y expresó que la denominada «cuarta transformación», es un esfuerzo real por cambiar el régimen, más allá de los gustos y las filias y fobias ideológicas.

Por su parte, Daira Arana presentó una postura más crítica en contra del Plan de Paz y Seguridad, argumentando que no contempla en ningún momento a las policías estatales y municipales.

Afirmó también que el cambio en el discurso de Andrés Manuel López Obrador es «preocupante», pues pasó de decir que el retiro de los militares de las calles era necesario, a mostrar un cambio a partir de su reunión con el general Salvador Cienfuegos, lo que hizo preguntarse a Arana el matiz de dicha reunión.

La mesa de análisis se comprometió a entregar un documento que resuma las ideas expuestas por parte de los expertas y expertas. asegurando que este llegará a inicios del próximo año y tendrá una circulación nacional.