Reabre Centro Histórico de la CDMX con medidas contra el Covid-19

El Centro Histórico de la Ciudad de México (CDMX) reabrió este martes tras casi 3 meses de emergencia sanitaria por el Covid-19, lo cual forzó a miles de establecimientos a cerrar sus cortinas y esperar al nuevo aviso de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.

Entre el caos, la duda y multitudes, el corazón de la capital mexicana puso a prueba las indicaciones que por semanas la Secretaría de Salud federal y el gobierno de la CDMX han difundido para el cuidado personal y la mitigación del Covid-19. Para fortuna de la comunidad en general, la mayoría de personas lució en la zona centro un cubrebocas intentando protegerse del coronavirus, llevando otros más caretas y algunos más guantes.

La reapertura de establecimientos en el Centro Histórico de la CDMX tuvo sus contratiempos. Algunos han decidido no abrir puesto que se encuentran limpiando cristales, pisos y productos luego de semanas de no poder acudir al lugar u operar con normalidad. Otros, como un Centro de Atención a Clientes de Telcel se vieron con dificultades al tener fallos en sus sistemas, provocando que se hicieran filas a las afueras del establecimiento vecino a la Torre Latinoamericana.

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La gula también provocó algunas filas dentro del primer cuadro de la ciudad. Pastelerías clásicas como «La Ideal», ubicada sobre la calle 16 de septiembre, gozó de una gran cantidad de visitantes, sin embargo, en la entrada un policía era quien guiaba la entrada de quienes debían esperar formados en una fila donde uno de los asistentes reclamó al oficial que si bien comprendía que los hicieran esperar no hiciera lo necesario para mantener la «Sana Distancia» fuera del comercio, provocando que este atendiera los dichos del ciudadano y accediera a llamar la atención a algunas personas formadas pidiendo que se separaran.

La emblemática calle Madero, cuyo cruce con Eje Central suele ser motivo de asombro de miles de turistas, volvió a tener transeúntes, sin embargo, estos fueron mínimos debido a que su acceso es aún limitado. La entrada a las pocas cortinas abiertas se realiza a través de las calles laterales como De Gante / Filomeno Mata, Isabel la Católica o Motolinía, calle que volvió a reabrir.

Al acceder a ellas, las personas pueden observar lonas donde se señalan hacia dónde deberán caminar en caso de buscar un establecimiento en específico. Al llegar a la calle Madero, policías resguardan el paso quitando los objetos con los que bloquean de manera parcial el paso, guiando a quienes no entienden la señalética que a partir de ahora se observa.

La mayoría de personas se concentró en sus calles paralelas «16 de septiembre» y «5 de mayo» donde el tráfico mismo se vio aumentar en gran cantidad, donde la señalética se ha hecho ya parte de lo cotidiano. Una tienda de calzado establecía claramente cuál era la puerta de entrada y cuál la de salida al negocio, mencionando que el aforo máximo de personas sería de 8, pidiendo mantener la «Sana Distancia» respetando las señalizaciones, así como el estricto uso de cubrebocas para personal y clientes.

Otros más mostraban a las personas por dónde ingresar y salir en un ejercicio casi pedagógico, reaprendiendo los nuevos modos de vida en lo que parece una nueva etapa de la historia de ciudad. Algunas tiendas de ropa y calzado daban a los clientes algunas gotas de gel antibacterial para limpiar sus manos al entrar a los establecimientos, en tanto que una de las máximas era la solicitud de hacer pagos electrónicos para evitar el contacto de dinero en efectivo.

En menor cantidad, pero destacada, algunos otros comercios que decidieron hoy reanudar sus actividades decidieron también tomar la temperatura de los asistentes, limpiarles la suela de los zapatos o pedir que pasaran por el tapete sanitizante antes de permitirles el acceso.

Finalmente, se puede destacar el regreso de algunos boleros, quienes como medida de precaución utilizaron el cubrebocas y lo solicitaban en ocasiones a clientes, en tanto, algunos puestos de periódicos y dulces volvieron a lucir sus publicaciones y productos, ofreciendo en ocasiones mascarillas o caretas para aquellos que se vieran en la necesidad de adquirir uno para estar en el lugar.