PRI y PRD orbitan la 4T

El PRI y el PRD, partidos hermanados por genealogías con Morena, comienzan a orbitar al partido de Andrés Manuel de maneras diferentes. Mientras en el tricolor se gesta un “golpe de timón” para acercar al partido a la 4T, en el Sol Azteca continúa la desbandada en busca de supervivencia ante el inminente colapso del instituto.

Como ya es conocido, Alejandro ‘Alito’ Moreno ha iniciado una campaña interna con miras a encabezar el PRI bajo la máxima de «quien no esté conmigo está contra mí”. Pintando la línea entre él y otros como Miguel Ángel Osorio Chong o Claudia Ruiz Massieu. Capitalizando el descontento de las bases con la cúpula partidista.

Sin embargo, un detalle importante que se deja en segundo plano es que Alito está replicando la técnica en los estados, volteando al priísmo de a pie en contra de los gobernadores que no se ajusten a sus demandas. Esto ya que no solo cuenta con la bendición del peñismo —Nuño, Videgaray, Navarrete—, sino que también pone al mismo Andrés Manuel como aval. Después de todo, el PRI siempre obedece al presidente, ¿no?

Del otro lado, la agonía del PRD se prolonga con más y más olas de renuncias por diferencias con la dirección nacional. Los alcaldes de Michoacán le han dado la espalda a Silvano Aureoles mientras sus bancadas en el Congreso se harán más y más pequeñas cada día. Los promotores de este movimiento —Ricardo Gallardo, Mauricio Toledo, Héctor Serrano e, incluso, Héctor Bautista— no confirman su llegada a Morena, pero tampoco ocultan su simpatía.

Gran parte del descontento emana de la política de pactar con el PAN. Si bien fueron Los Chuchos quienes más jugo le sacaron, ahora son Los Galileos quienes buscan crear frentes comunes con los albiazules —y con quienes se dejen—. Como ya se dijo en este espacio, no solo Morena seduce a los perredistas náufragos. Otros como Juan Zepeda o Alejandra Barrales están cada día más cerca de Movimiento Ciudadano.

El PRD nació del divorcio entre el PRI y el cardenismo que, a su vez, marcó el fin del modelo del partido de Estado que dominó México durante el siglo XX. Ahora, los hermanos separados por Cuauhtémoc Cárdenas y Carlos Salinas se reencuentran bajo el cobijo de Andrés Manuel y Morena. Ahora bien, ¿qué descubriremos primero? ¿Quién se queda con el PRI o si quedará algo del PRD?

Las contradicciones de Luisa María Alcalde

La mujer más joven que integra el gabinete de Andrés Manuel López Obrador, la responsable de las políticas laborales en el país, puede tener dos versiones sin darse cuenta. Tal parece que Luisa María Alcalde no conoce la situación de los sindicatos en el país o al menos está confundida: A inicios de año, en un evento que compartió con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, declaró que “en México hay democracia sindical”.

Sin embargo, en días recientes Alcalde Luján declaró que eran necesarios cambios de raíz para que se garantice la democracia al interior de los sindicatos y los agremiados puedan elegir libremente a sus líderes.

Además aseguró que el gobierno no pondrá ni quitará a los líderes de los sindicatos ya que se va a erradicar el corporativismo. Mientras el secretario general del Sindicato de Mineros y senador por Morena (partido del que surgió el actual gobierno federal), Napoleón Gómez Urrutia, creó la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT) que él mismo presidirá.

Y ayer, durante la celebración por el 83 aniversario de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) encabezada por Carlos Aceves del Olmo, asistió como representante del gobierno de López Obrador la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero. Y es que en algunos pasillos ya se comenta que la beneficiaria número 1 del programa “Jóvenes construyendo el futuro” es Luisa Alcalde.