Presidente del INAI insinuó “ataque” en muerte de los Moreno Valle

Después de las 4 de la tarde comenzaron los rumores. Amigos y colegas se preguntaban si la noticia y la aseveración de algunos medios de comunicación nacionales eran ciertos cuando ya teníamos supuestas “explicaciones” de lo ocurrido. Aún no había certeza de si los tripulantes eran los que se estaban mencionando cuando un puñado de personas ya tenían el diagnóstico y a los culpables.

El accidente en el que perecieron la gobernadora Martha Érika Alonso y su esposo, el senador y ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, causó revuelo la tarde de este 24 de diciembre, convirtiéndose en tendencia en las distintas plataformas de redes sociales. Estas mismas han permitido una discusión más abierta al dar acceso a millones de voces la oportunidad de sumarse al debate del momento, pero aún hay “voces” más fuertes y con mayor focalización que otras, especialmente la de los funcionarios y políticos, cuyas declaraciones importan porque inciden directamente en el cauce institucional del país.

Noticias lamentables como la del día de ayer necesitan también del tacto y respeto del que muchas de estas voces carecieron. Ejemplo de ello es la de Francisco Javier Acuña, comisionado presidente del Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos (INAI), quien sin dudarlo, en punto de las 5 de la tarde y con las primeras noticias confirmando el deceso de la gobernadora poblana, escribió en Twitter: “[…]Se confundieron los límites de la rivalidad política con los de la enemistad. Qué lamentable todo…”.

Esta frase fue interpretada por muchos internautas como una acusación directa al gobierno de la República y los partidos que lo sostienen, dado que en las últimas fechas, tanto actores locales como federales, se dedicaron a cuestionar el triunfo, y validación del mismo por el TEPJF, de Martha Érika Alonso y a quienes se atrevieran a “negociar” o “pactar” con ella.

Esta interpretación no fue pasada por alto por los mismos integrantes del pleno de la institución que dirige, como Patricia Kurczyn V., comisionada del INAI, quien le preguntó si tenía otras noticias confirmadas, cuestionando que es difícil emitir opiniones tan drásticas ante ese tipo de situaciones ante las cuales solo quedaba lamentar la pérdida de ambos políticos. Cuestionado, Acuña respondió que no poseía más información y que no afirmaba nada más que esa pena ocurra bajo esas circunstancias (“un accidente en un momento de gran econo[sic] local postelectoral”, según sus propias palabras).

Durante los últimos años, las opiniones “sin sentido”, “vulgares” y “políticamente incorrectas”, han venido siendo motivo suficiente para el retiro de funcionarios públicos de alguna dependencias. En este caso, pese a que pareciera un intento de “sembrar una duda” de si el gobierno federal puede estar entre los causantes, parecería normal que el máximo titular del órgano nacional de transparencia, por mera vocación, exigiera la aclaración de lo ocurrido y el derecho de “máxima publicidad”.

Es un hecho que la mayoría de los mexicanos estarán esperando una explicación racional a los lamentables sucesos en vísperas de nochebuena de este 2018; sin embargo, aún mantienen la duda sobre lo que ocurrió realmente con el comisionado Carlos A. Bonnin, quien falleciera el pasado 26 de noviembre. En un inicio, su fallecimiento fue explicado por un infarto al corazón mientras se encontraba en el trabajo; sin embargo, pocas horas después, el INAI, a través del propio Francisco Javier Acuña, informó que aquél había caído desde el 5º piso del edificio y que su deceso no se debía a un infarto, como se había señalado, lo cual había ocurrido porque lo único que se les había comunicado era que Bonnin había tenido “un accidente” y que había fallecido.

🔥Te puede interesar:
Durazo sobre la muerte de los Moreno Valle: “no hay que caer en especulaciones”

También, el instituto, bajo su tutela, ha sido denunciado por mantener algunos vicios que han sido reportados en distintas ocasiones. La última de ellas, este pasado fin de semana, donde el académico Ernesto Villanueva, en una columna para el semanario Proceso, acusó que existen vicios tales como el exceso de direcciones, selección de sus integrantes por cercanía a grupos políticos antes que por sus credenciales académicas, asignación de recursos a un pequeño grupo de organismos que no tienen mayor impacto en el desempeño del instituto, etcétera.

Pese a todo, el comentario de Acuña no fue el único y lamentablemente tampoco el más desconsiderado. Esta mañana, se posicionaron en redes sociales algunas tendencias que hacían acusaciones fuertes al mandatario mexicano, culpándolo directamente aún cuando ninguno de los peritajes había comenzado a arrojar resultados hasta entonces y las únicas peticiones eran para que se realizara la investigación de la mejor manera y aclarara todas las dudas.

Del lado “oficialista”, Jesús Robles Maloof denunció que detrás de este HT había una clara organización de “bots” con la intención de tratar de confundir a los internautas, sembrando dudas y haciendo un ánimo de confrontación automática, en algunos casos, contra el nuevo gobierno. A partir de ese tipo de denuncias, comenzaron a surgir dos nuevos HT en Twitter con los cuales se pedían prudencia, y uno en especial como respaldo al presidente. Pese a que la discusión acalorada puede ser parte de la naturaleza de las redes sociales, eventos como estos requieren de opiniones con datos certeros y prudentes, especialmente de figuras públicas y políticas.

Ante el panorama de “polarización nacional”, la difusión de noticias y videos falsos, así como acusaciones sin contexto, al cual se le suman elementos locales como en el caso poblano, pueden ser detonadores de un nuevo tipo de violencia. Como mencionó ayer el ex gobernador poblano Antonio Gali: “No es momento para la polarización ni la especulación, por el contrario, es tiempo de mantener la paz y la civilidad política”.