El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aclaró que la pausa propuesta para las relaciones con España no es un rompimiento con el país, sino el ingreso despacio a una nueva etapa entre ambas naciones.

En conferencia de prensa, AMLO declaró que su gobierno es muy respetuoso y reconoce las relaciones íntimas de México con el pueblo de España. Sin embargo, insistió en que en los últimos tiempos las empresas españolas, apoyadas por el poder político de ambos países, cometieron una serie de abusos.

«Abusaron de nuestro país y pueblo, nos vieron como tierra de conquista, cada sexenio había una empresa favorita de España», recriminó el mandatario mexicano. Como ayer lo hiciera con Repsol, hoy ocupó a Iberdrola de ejemplo para señalar que fue tratada con privilegios que pagaron al incorporar a sus filas a la exsecretaria de Energía, Georgina Kessel, y al expresidente Felipe Calderón.

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López Obrador dijo que estas empresas ibéricas ofendieron a los mexicanos, ya que los recursos públicos eran utilizados para favorecerlos y no para sacar a la gente de la pobreza. Tras ello, este defendió sus dichos de ayer señalando que la pausa que «vamos a tener» no es una ruptura, sino un momento de ingreso despacio a una nueva etapa.

La intención de ello, develó, es que quienes realizaron el «saqueo» entiendan que ahora hay otras condiciones. «No es fobia o xenofobia, es que tenemos que respetarnos», pronunció. En contraste, este recordó que un expresidente del consejo del banco español BBVA se pronunció contra él de manera abierta durante las elecciones de 2018.

Finalmente, AMLO mencionó que ya no es el tiempo en el que algunos venían a hacer trámites y los funcionarios se les ponían de tapete. Además, sostuvo en que ya no se acepta la corrupción en México.