Nación
«Ómicron no es una ‘vacuna natural’; puede causar un riesgo colectivo”, advierte experto de la UNAM
El boom de la variante Ómicron del SARS-CoV-2 en México, justo durante la Navidad pasada, derivó en nuevos máximos históricos de casos diarios de Covid-19 durante las primeras semanas de 2022. De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, el día con más contagios detectados durante las anteriores tres “olas” fue el 16 de agosto de 2021 con 24,076; sin embargo, del 4 de enero de 2022 en adelante al menos en 12 ocasiones ya fue superada esa cifra, siendo el 10 de enero el día con más casos contabilizados al momento con 55,190.
Esto ha causado temor al recordar los niveles de hospitalizaciones y fallecimientos vistos durante el año pasado. Para conocer el alcance que este nuevo aumento de casos puede tener, La Hoguera entrevistó al vocero de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia de Covid-19 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Mauricio Rodríguez.
Durante la conversación, el médico y doctor en Ciencias Bioquímicas señaló que para la velocidad a la que se está transmitiendo la variante Ómicron es de esperar que un muy alto porcentaje de la población entre en contacto con el virus en los siguientes días. “Imagínate que por cada caso que detectes hubiera 10 casos que no se detectan. Entonces estás teniendo alrededor de 400,000 casos por día”, explicó.
Sin embargo, este comentó que se debe distinguir entre los infectados y los enfermos. Los primeros, explicó, son los que estuvieron contacto con el virus, pero no registraron manifestaciones clínicas, mientras que “estar enfermo” implica contagiarse y desarrollar síntomas. “Entonces, sí, en poquito tiempo puede alcanzar a toda la población del país y del mundo. La velocidad a la que se está transmitiendo no la habíamos visto antes”, comentó.
¿Cómo evitar el colapso sanitario?
Uno de los temores más expresados por ciudadanos es que el número de contagiados impida atender a todos los cuadros graves de Covid-19 como ocurrió durante la segunda “ola” entre diciembre de 2020 y enero de 2021. Al respecto, Rodríguez Álvarez expuso para La Hoguera que es necesario analizar la capacidad del sistema sanitario desde dos dimensiones.
Una es la que atiende a los enfermos ambulatorios, la cual actualmente está saturada y se refleja en las salas de consulta externa, los consultorios de barrio, las farmacias, los triage respiratorios y los centros de pruebas. No obstante, el médico comentó que parte de la presión que se vive en estos lugares se debe no solo a la transmisión del virus, sino a la respuesta que se ha tenido a la pandemia.
“Cargan el consumo irracional de pruebas e insumos para la salud. Las automedicaciones, todas las recetas incorrectas que piden muchos medicamentos y la solicitud de pruebas negativas para las actividades cargan más el sistema”, comentó.
Te puede interesar: «Pruebas de Covid-19 deben usarse con una justificación clínica»: vocero de la Comisión de la UNAM para Covid-19
Su posicionamiento coincide con lo difundido recientemente por la ‘Máxima Casa de Estudios’ el pasado 18 de enero. A través de un boletín, la comisión en la que participa alertó a la ciudadanía señalando que para tratar la enfermedad no se deben utilizar antibióticos, antivirales sin efecto contra el SARS-CoV-2, medicamentos esteroides en los primeros cinco días de enfermedad o anticoagulantes sin supervisión médica.
Por otro lado, el médico comentó que en el sector hospitalario hay una capacidad inicial básica de atención a pacientes con Covid-19, pero que actualmente debería haber un plan de primera reconversión local para ampliar sus capacidades sin mayor contratiempo.
En México el límite de seguridad es el 70% de ocupación hospitalaria. Dichos datos son públicos en la página de internet de la Red de Infección Respiratoria Aguda Grave (IRAG). Cada vez que los estados llegan a dicho porcentaje de hospitalizaciones, las casillas y el mapa del estado se colorean de rojo. Por ejemplo, el sistema de información registró el 23 de enero que la ocupación de camas generales en Durango (82.65%), Nuevo León (74.97%), Aguascalientes (73.11%) y Ciudad de México (73.11%) está por arriba de esta línea divisoria.
El experto señaló que si la demanda hospitalaria continúa creciendo entonces se haría necesaria la reconversión hospitalaria extendida, es decir, hacer hospitales nuevos o instalar hospitales portátiles o temporales. Sin embargo, recordó que esto provoca la suspensión de servicios en los otros hospitales a fin de poder movilizar al personal médico necesario para atender las nuevas camas.
Variante Ómicron: entre el posible bajo riesgo individual y el alto riesgo colectivo
La irrupción de la variante Ómicron en la emergencia epidemiológica generó la expectativa de que fuera “menos grave” a partir de primeros estudios que lo siguieron. A dos meses de su descubrimiento, el profesor Mauricio Rodríguez comentó a La Hoguera que, en efecto, afortunadamente, en este momento, la mayoría de los casos de Covid-19 no necesitan de hospitalización y se pueden resolver de manera ambulatoria.
Pese a ello, este explicó que la aparente mejor evolución en las infecciones actuales se debe al menos a tres factores. El primero son los cambios biológicos del virus, cuyos receptores ahora causan que la infección se desarrolle predominantemente en el tracto superior del aparato respiratorio: nariz, garganta y la primera parte de la tráquea.
“Esto contrasta con otras variantes que suelen ingresar hasta la parte más profunda del aparato respiratorio, como los bronquiolos, los alvéolos y la parte profunda pulmones”, explicó y detalló que era por esto que antes se vieron más cuadros graves con neumonías que se complicaban en pacientes con enfermedades sistémicas.
En segundo lugar, el experto opinó que también está ayudando que la enfermedad se está detectando mucho antes, lo cual ha permitido que ante la aparición de cualquier síntoma se empiece algún manejo clínico, la vigilancia y se guarde reposo.
Finalmente, el tercer elemento que está incidiendo es la vacunación contra Covid-19, ya que esta está modificando el curso de la enfermedad. Hasta el 21 de enero, la Secretaría de Salud reportaba que 76,179,149 de mexicanos ya cuentan con su esquema completo de vacunación, mientras que 6,813,327 están esperando su segunda dosis.
De acuerdo con el «Componente técnico COVID-19. Informe epidémico diario» del 21 de enero, si bien el 88% de la población mayor de edad ya tiene al menos una vacuna aplicada, las cifras en Chiapas (69%), Colima (83%), Guerrero (75%), Jalisco (82%), Michoacán (85%), Nayarit (81%), Oaxaca (75%), Sonora (84%), y Veracruz (80%) están por debajo de esa cifra.
El académico señaló que en conjunto estos tres componentes están permitiendo que aunque el número de casos sea muy alto, estos sean principalmente casos leves que se resuelven en casa sin mayor complicación como un catarro común.
Pese a este pronóstico favorable para la mayoría de la población, el vocero de la Comisión de la UNAM para la Covid-19 recordó que el aumento de contagios puede causar problemas en los hospitales, así se interne solo a uno de cada mil casos positivos. Esto dado que si hay cinco millones de infectados, de ellos se derivarían 5,000 hospitalizados.
Asimismo, Rodríguez Álvarez vislumbró que aunque las autoridades estatales y nacionales se han negado a decretar nuevos cierres de actividades económicas, finalmente estas podrían tener afectaciones con los actuales contagios. Esto porque aunque los casos sean leves los contagiados deberán quedarse en casa, lo que provocará ausentismo.
“Ahorita estamos en un momento de la epidemia en el que quizá el riesgo individual es menor, pero el riesgo global colectivo de las actividades sociales y de la situación en general no lo es”, comentó.
Variante Ómicron: un riesgo que debe frenarse
La menor letalidad de la variante Ómicron respecto a sus antecesoras ha hecho pensar a algunos que esta sea una “vacuna natural”. La Hoguera cuestionó al doctor Mauricio Rodríguez para saber si coincide con esa lectura epidemiológica, a lo que respondió que si bien pudiera generar una inmunidad más rápido se debe prestar atención a los daños que va dejando a su paso.
“Algunos están diciendo que pudiera ser como una forma de vacunación. No, ni de chiste. La vacunación es una cosa más controlada, ya sabes por dónde, cómo y con quién [se debe utilizar] y esto de repente está afectando por todos lados al mismo tiempo”, comentó.
Además del ausentismo y la presión sanitaria, el experto de la ‘Máxima Casa de Estudios’ expuso que la aceleración de contagios podría generar nuevas variantes del SARS-CoV-2. En tanto, señaló que algunos contagiados pueden presentar secuelas, pues aunque tiene la infección del tracto respiratorio como componente principal, también tiene implicaciones en la respuesta inmune y capacidad de afectación en otros órganos, sobre todo cuando se tiene una enfermedad grave o avanzada.
Como ejemplo, mencionó que los médicos están viendo complicaciones a nivel del tejido cerebral, en la piel o en el funcionamiento del hígado, intestino, riñones, y ojos, de modo que no hay forma de decir que se queda solamente en lo respiratorio. “Necesitamos controlar lo más que se pueda para evitar secuelas y carga de enfermedad posteriormente”, alertó.
-
Cámara de Diputados2 días ago
Taddei acuerda con Cámara de Diputados revisión «renglón por renglón» del presupuesto pedido por el INE
-
Metrópoli2 días ago
Sujeto apuñala a cuatro en Metro Tacubaya
-
Cámara de Diputados2 días ago
Avanza en comisiones de San Lázaro reforma que otorga nuevas facultades a la SSPC
-
Nación2 días ago
Sheinbaum pidió personalmente a Biden información sobre captura de ‘El Mayo’