Obliga pandemia a comerciantes y trabajadores al trueque y pedir ayuda en las calles

Pese al repunte en el número de empleos, así como de distintos sectores económicos, en México comerciantes, trabajadores y prestadores de servicios han tenido que recurrir al trueque y solicitar ayuda en las calles para poder subsistir ante el impacto de la pandemia en la economía.

Ayer, una usuaria de Twitter compartió una foto de «Don Carlos», un hombre de 50 años que de 9 de la mañana a 5 de la tarde acude a la Avenida Lázaro Cárdenas en Monterrey, Nuevo León, para vender sus piñatas.

No obstante, la usuaria resaltó que ante la realidad que existe, Don Carlos estaba vendiéndolas a 100 pesos o aceptando intercambiar una de estas por alimentos de la canasta básica.

En junio, otro usuario mostró también en esa ciudad a meseros del restaurante «El Gran Pastor» vendiendo botellas de agua a los automovilistas para poder tener un ingreso.

La CDMX no ha sido ajena a estas situaciones. Meseros también han sido vistos pidiendo ayuda en las calles debido al cierre de sus fuentes de empleo.

La Hoguera ha documentado la caída de las ventas tanto en aquellos establecidos, como los locatarios del mercado La Ciudadela, como en el caso de los que se encuentran sobre la vía pública. En el mes de septiembre, artesanos dedicados a la venta de banderas y adornos patrios también ofrecieron sus productos a cambio de despensas o ropa.

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Abel Contreras, artesano del pueblo de Santa Ana Xilotzingo, municipio de Otzolotepec en el Estado de México, comentó que pese a que había aumentado la circulación de personas en la capital no había ventas como otros años.

«La gente venía y compraba algo, un chupón, una banderita una gorrita y pues yo creo que a todos nos afectó lo del Covid porque las ventas bajaron un 80% o 90% de lo de hace un año», declaró para La Hoguera.

Desde el inicio de la pandemia, artesanos fueron los primeros en sentir los estragos del distanciamiento social. Ante el impacto de la pandemia en sus ventas, estos propusieron también el trueque de algunos de sus productos a cambio de despensas.

“Hay diferentes formas sobrevivir, pero algunos deben 3 o 4 rentas y ya están a punto de salir de donde viven”, declaró en el mes de julio Filemón Sánchez, vocero de la Unión de Artesanos Indígenas y Trabajadores No Asalariado, cuando se instaló en un plantón a un costado del antiguo Palacio de Gobierno de la CDMX para demandar apoyo o el visto bueno para el reinicio de sus actividades.

Otros gremios que han manifestado dificultades para continuar en el confinamiento por la falta de ingresos han sido quienes han vendido libros “de segunda mano”, empresarios restauranteros y de entretenimiento nocturno.