Las ‘corcholatas’ que sí marcharon al lado del presidente López Obrador

Entre selfies, porras, saludos y muestras de afecto, los tres aspirantes a obtener la candidatura presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México; el canciller Marcelo Ebrard Casaubón, y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, esperaban el arribo del presidente Andrés Manuel López Obrador a escasos pasos del Ángel de la Independencia para iniciar la marcha por el su Cuarto Informe presidencial.

A las 9 de la mañana empunto, las ‘corcholatas’ ya se encontraban listos para iniciar el recorrido de poco menos de 6 kilómetros que harían flanqueando al mandatario federal que posee más del 60 por ciento de popularidad de los habitantes del país.

El primero en llegar al punto de reunión fue el secretario de Gobernación, a él le seguiría el canciller, y finalmente la jefa de Gobierno. Los tres ovacionados por los presentes quienes no se cansaban de pedirles selfies, y gritarles porras como “¡Presidente o presidenta!”, aunque los más buscados eran Ebrard Casaubón y Sheinbaum Pardo.

Apenas apareció el presidente López Obrador en escena, los ánimos de la gente aumentaron con porras de “es un honor marchar con Obrador”, que de momento dejó de lado la presencia de quienes pretenden suceder al máximo líder de la izquierda mexicana y que dejó claro el inicio de lo que sería la caótica movilización, pues todos empujaban con el afán de poder acercarse un poco más al que han calificado como “el presidente más querido” de los últimos tiempos.

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Sin embargo, esto no aminoró los ánimos de los aspirantes presidenciales quienes se enfilaron a escoltar al tabasqueño que a paso cortos trataba de avanzar ante el intenso sol y los saludos y peticiones de la gente a su alrededor que aprovechaban su paso para fotografiarlo.

Sin embargo, a la altura de la Glorieta de La Palma, ahora del Ahuehuete, y ante el caos que llegó a existir ante el remolino de gente y al recibir un presunto “escupitajo”, el canciller desapareció un momento de las cercanías del presidente, pero Sheinbaum y Adán Augusto siguieron los pasos enfilados hacia el Zócalo.

Pese a que los kilómetros faltantes que cada vez se hacían más lejanos al avanzar de a poco, la jefa de Gobierno no perdía la sonrisa al saludar a todos a su paso, mientras que el secretario de Gobernación hacía el trabajo de guardaespaldas de López Obrador ante los empujones que había alrededor porque todos querían acercarse o por lo menos verlo de más cerca.

Sudados, pero sonriendo en todo momento, continuaron así hasta llegar al Zócalo, aunque Adán Augusto tuvo de que tomar un atajo, primero en bicicleta y luego en una motocicleta de la Secretaría de Seguridad de la Ciudad de México para poder llegar a la explanada de la Plaza de la Constitución.

Por otra parte, el que siempre se mantuvo en la vanguardia de la marcha fue el también aspirante presidencial del PT, el diputado Gerardo Fernández Noroña, quien encabezó el contingente de su partido, afín a la Cuarta Transformación.