La vida de Charles Manson en la cárcel

Charles Manson pasó la mayor parte de su vida en la cárcel. Llegó a los 83 años cumpliendo una condena por el homicidio de 7 personas, incluyendo la esposa de Roman Polanski, Sharon Tate. ¿Qué hizo todo el tiempo en prisión? Lejos de actuar como otros presos que buscaron la reformación, Manson se mantuvo firme en sus principios racistas y su comportamiento violento.

Encerrado en una cárcel en California, territorio donde cometió sus crímenes, pasaba el tiempo sólo, pensando. Dentro recibía cartas de fans de distintas edades que le comentaban su admiración y el amor por su figura, casi mítica. 60 mil cartas eran las que se recibía, incluyendo correos electrónicos.

Manson pidió varias veces libertad condicional y en todas ocasiones le fue negada. No se le consideró mentalmente enfermo, por lo que estuvo en una prisión ordinaria en San Quintín. De una elevada inteligencia, Manson intentó escapar de prisión en varias ocasiones, una fue intentando armar un globo de aire junto a otros presos: saldrían volando del edificio. Después de este intento, a Manson se le encontró en su celda un arma casera. En otras ocasiones también se le encontraron celulares.

En la cárcel también mantuvo un creatividad al tope. Pintaba y hacía manualidades en forma de arañas y escorpiones. Esto lo hacía para perturbar a guardias y a presos, hasta que uno de ellos se hartó y le prendió fuego, dejándolo con quemaduras de segundo y tercer grado. Sin embargo, Manson también despertó amor.

Su esposa Afton Elaine Burton lo confirmó, aunque ella fue descubierta como alguien que buscaba más dinero que afecto en el asesino: quería tener los derechos de su cadáver para exhibirlo y ganar dinero. Pero Manson siempre dijo que él no podía morir, porque como reencarnación de Cristo era «inmortal».