La derecha mexicana llena el Zócalo y exige a la SCJN invalidar el “Plan B” de AMLO

El Zócalo de Ciudad de México (CDMX) se pintó de rosa ante la movilización de miles de militantes de la derecha y opositores al “Plan B” de reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Con ella, los presentes buscaron al unísono exigir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que declare inconstitucional el paquete de modificaciones legales aprobado entre diciembre de 2022 y febrero de 2023.

Alrededor de las 8:00 a.m., los primeros manifestantes contra el “Plan B” de AMLO comenzaron a arribar al Zócalo de CDMX para postrarse ante el estrado ubicado casi frente a la SCJN. Poco a poco, ciudadanos capitalinos, mexiquenses, tapatíos y guanajuatenses comenzaron a llegar, algunos de manera solitaria, en familia, en pequeños grupos de organizaciones sociales o incluso en numerosos contingentes de procedencia desconocida, pero casi uniformados con prendas blancas y rosadas.

Con el paso de los minutos, el lema “El INE no se toca” dejó de ser la única frase para dar paso a otras como: “La esperanza que prometió Morena nunca llegó. Ahora no te atrevas a dejar sin democracia a México”; «Yo defiendo la democracia; yo defiendo al INE»; y “Al INE no lo tocas tú; mi voto no lo tocas tú”, cantada al ritmo de Shakira ft Bzrp.

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Sin embargo, hubo también una irrupción a la protesta derechista. Alrededor de las 8:30 a.m., una manta gigante, con el logo del Partido Acción Nacional (PAN) y el rostro de Genaro García Luna, cubrió parte de uno de los edificios frente a Palacio Nacional. Esta duró aproximadamente media hora desplegada, hasta que personas en los balcones inferiores la jalaron para arrancarla y poner otra con el lema principal de la movilización.

El activismo no solamente se limitó al momento de los discursos preparados para ser dichos frente a la Corte y de cara a Palacio Nacional. En la Plaza de la Constitución se encontraban instalados tres módulos a fin de recabar firmas para un amicus curiae, recurso con el que también buscan expresar formalmente a las ministras y ministros la postura del sector ciudadano presente en la manifestación y exigirles declarar inconstitucional la reforma electoral.

Conforme avanzó el reloj, la plancha del Zócalo se fue llenando hasta quedar casi repleta alrededor de las 10:00 a.m. Fue entonces cuando dio inicio al evento e hicieron su aparición como maestros de ceremonias el perredista Fernando Belaunzarán Méndez y a la representante de Sociedad Civil México, Ana Lucía Medina. “Somos un chingo y seremos más. Nos faltó Zócalo”, dijo el exdiputado y exdirigente partidista celebrando el nivel de convocatoria.

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Tras arengar a la derecha, ambos cedieron el micrófono a la expriista Beatriz Pagés, la cual dijo que protestaban porque callar les haría cómplices de un crimen de Estado en contra de la democracia mexicana; asimismo, subrayó que la aprobada es una reforma electoral maquinada para descabezar al INE, facilitar una ruta a una «dictadura electoral» y preparar la oportunidad para torcer la decisión ciudadana en 2024.

Enseguida habló ministro en retiro José Ramón Cossío, el más esperado de la mañana, quien era observado desde las escaleras del templete por el empresario Claudio X. González. Pese al ánimo de los asistentes, este poco a poco fue cediendo al escuchar el discurso del exintegrante de la SCJN, quien indicó que el acto cívico “hermoso y generoso” demuestra que cada mexicano está llamado a ser demócrata.

Por último, el acto oficial terminó con la entonación del himno nacional y el recordatorio de que esta protesta contra la reforma electoral de AMLO o “Plan B” se hizo sin recursos públicos. Sin embargo, en las inmediaciones del Centro Histórico capitalino se observaron camiones que transportaron a decenas de los presentes hoy.

En la plancha del Zócalo también se observaron a otros personajes políticos como las senadoras priistas Beatriz Paredes Rangel y Claudia Ruiz Massieu, así como el exrector priista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y secretario de Salud de Enrique Peña Nieto, José Narro Robles; el diputado federal Jorge Triana, del grupo parlamentario del PAN; y los perredistas Jesús Zambrano Grijalva, Jesús Ortega Martínez y Verónica Juárez Piña.