José María y su objetivo: trazar su propio camino

Si bien es cierto que trae consigo el amor por la música debido a la prolífica carrera de su padre, este cantautor, que asegura estar agradecido de tener el apellido que porta, ha tenido desde muy chavo un sólo objetivo: “trazar su propio camino, ser un necio a la hora de caerse para levantarse y continuar caminando con mis propios tenis, lo que para mí es mi vida: la música”.

Y esto se demuestra cuando, con todo y que Napoleón lo pudo impulsar en su carrera, el joven José María prefirió iniciar con una banda de rock en bares y bautizos en su natal Aguascalientes: “lo que me dio la oportunidad de ‘perrearle’, de pasar hambres, de que nos pagaran hasta con chelas, algo que no cambiaría jamás, por nada del mundo, pues al voltear y ver que tienes tu propia carrera, inicios e historia por mucho trabajo que haya costado, es un gusto decir que estoy dejando mi propia huella, dejando cosas por mí mismo”.

Pero esto no quiere decir que su padre no lo haya apoyado, de hecho ha estado con él en un mismo escenario, ahora que José María interpreta pop en español, “ahí a estado toda la vida para eso, pero es increíble decir que me llamo José María, pero me apellido Ruiz, me gusta salir a cantar sin que se sepa quién soy, y me mentalizo en el camerino, por ejemplo del Auditorio Nacional en los conciertos de mi padre, en que ‘a ver cabrón, tiene 15 minutos para convencer a 10 mil personas, 15 minutos antes de decirles quién eres, que se den cuenta que amas esto con todo tu corazón y de que eres bueno para hacerlo, porque puedes amar algo, pero quizá no seas bueno para ello”.

En ese sentido, aseguró que no hay mejor carta de presentación que entregarse al público y que este te reconozca por lo que haces pues “nada se compara con el ver a la gente como vibra con lo que hago y eso me permite decir que si estoy aquí es para demostrar que muero por eso. La música es el amor de mi vida, la deseo tanto como sea posible, desde que tengo memoria es lo más importante de mi vida. No hay nada que se compare con el sentimiento que tengo cuando suena mi música con la que puedo, insisto, vibrar a la gente”.

Dice estar preparado para todo: “sé que soy buen. Me he preparado para esto, he estudiado, por eso me siento orgullo de decir quién cuando estoy frente al público”.

José María está preparando la salida de su álbum, aún sin título; pero en el mercado ya tiene los sencillos Cásate Conmigo, Se te Olvidó, Sé muy Bien de Dónde Vienes, y el más reciente, Día 22.

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Él escribe canciones sobre experiencias personales que, sin embargo, expresan temas de carácter universal como el amor, el desamor, la imposibilidad de retener a alguien y, en general, canta sobre el nada fácil oficio de vivir.

Sus influencias vienen desde The Beatles, Enanitos Verdes, Alejandro Sanz, Benny Ibarra, Luis Miguel y, por supuesto, Napoleón.

El terremoto de la Ciudad de México en el 2017 y posteriormente la pandemia por Covid-19, que recluyó al mundo en el 2020, pusieron en pausa en dos ocasiones la carrera del joven músico quien, a pesar de ello, ejercitó una férrea disciplina personal, nunca detuvo su trabajo autoral y ha aprovechado estas fortuitas interrupciones para continuar sus estudios piano y guitarra y para pulir su forma de componer.

“El álbum que estoy por lanzar surgió luego de que envié una canción a Carlos Martínez, del Mariachi Vargas de Tecatitlán, con la idea de que la considerara para su repertorio. El músico Marcos Maldonado escuchó el tema y sugirió mejor que yo interpretara mis canciones”, aseguró.

Luego, agregó, otras de mis composiciones las escuchó el músico, productor y ganador de un premio Grammy, y tres Latin Grammys, Kiko Cibrián quien producirá el disco que estará integrado por 13 temas, 10 escritos por José María.

Este compositor y cantante es un gran balde de agua para todos aquellos que, lamentablemente han vivido de la historia musical de otros, así que, amable lector, dese una chance para escucharlo, ya sea en web o el 8 de octubre en Morelia y el 3 de noviembre en Los de Arriba, de la Ciudad de México, entre otros, sin olvidar que él se encarga de abrir los conciertos de despedida de Napoleón.

“Busco cantar con un objetivo: vivir de la música, y que en algún momento forme parte del soundtrack de la vida de la gente porque en cada canción hay un pedazo de mi carne, de mi corazón”, concluyó.