Guerrero volverá a brillar

Esta semana no habrá temas financieros, esta semana con profunda tristeza he visto como una amplia región del estado de Guerrero, mi Guerrero, de donde soy originario, ha quedado prácticamente destruido por el paso del huracán categoría 5 ‘Otis’, y que se convirtió en la catástrofe más grande que haya sufrido la entidad en los últimos tiempos.

En cuestión de horas, la costa del estado se volvió prácticamente una ‘zona de guerra’ que aún es difícil de cuantificar los daños. Acapulco quedé en ruina y eso que todavía no hay mucha información sobre la situación en los municipios y comunidades que se encuentran alrededor del Puerto. Hay muchas personas desaparecidas, las carreteras están colapsadas en su mayoría, no hay mucha coordinación entre la sociedad y autoridades. La situación de verdad es crítica.

Desafortunadamente, cuando ocurre una desgracia de este tipo, la verdadera tormenta viene los siguientes días, muchísima gente se quedó sin un techo que los proteja, un colchón en donde dormir o siquiera una muda de ropa limpia. El agua potable se comenzó a escasear desde el primer día. En los alrededores de Acapulco, la zona marginada, donde la mayoría de población del puerto son personas que viven al día, es justamente esta parte de la población la que no tiene un plato de comida y comienzan a ver los saqueos como la única opción para sobrevivir.

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Es cierto que hay presencia del estado en la zona, pero no es suficiente, se necesita de muchísimo más personal para tratar de mantener el orden, la ayuda aún está fluyendo de manera muy lenta y eso acrecienta la desesperación en una población profundamente lastimada.

Acapulco ha sido uno de los destinos turísticos por excelencia del país, cuantas veces no llegaba el fin de semana y aparecía el típico ‘acapulcazo’ con los amigos, aquellos que tuvieron su boda en la playa y guardan ese hermoso recuerdo en sus corazones de por vida, los innumerables atardeceres en La Quebrada disfrutando el show de los increíbles clavadistas que arriesgaban la vida en cada salto, la exquisita comida en Caleta y Caletilla o los paseos por la Costera, es más, hasta el recuerdo del capítulo en donde el ‘Chavo del 8’ junto a toda la vecindad lo visitaron.

Todo esto quedó completamente destruido y el llamado es a todas las personas que guardan algún recuerdo de Acapulco y las playas de Guerrero, si visitaste estos destinos y ellos te dieron alegría y felicidad, por favor, el día de hoy regresa un poco de ello. Se necesita muchísima ayuda y cada mano extendida puede hacer la diferencia. México brilló durante otras catástrofes gracias a su fraternidad, al compañerismo y apoyo de su población, estoy seguro de que esas cualidades volverán a relucir hoy. La población del estado de Guerrero es gente resiliente, que aún con toda la pobreza y rezago económico de la zona, se las ingenia para salir adelante y nunca se dan por vencidos, estoy seguro de que nos levantaremos de esta y de todas las que vengan ¡Mucha fuerza Guerrero!