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Internacional

Fieles se congregan para despedir en la basílica de San Pedro a Benedicto XVI: un pontificado de filtraciones

Foto: Twitter

Miles de fieles acudieron a la Basílica de San Pedro para despedir, este lunes, en su primer día de capilla ardiente al papa emérito Benedicto XVI, quien falleció a los 95 años de edad.

El cuerpo del papa Benedicto XVI fue trasladado del monasterio en el que residía cuando falleció hasta el altar mayor por 10 caballeros pontificios en una furgoneta a la cual siguieron detrás su secretario el arzobispo Georg Gaenswein, y un puñado de consagradas que sirvieron en la casa de Benedicto XVI; mientras lo saludaban los elementos de la guardia suiza.

Asimismo, tras llegar a la basílica el cardenal Mauro Gambetti comenzó una liturgia discreta por lo que roció agua bendita sobre el cuerpo, así como se soltó incienso cerca del féretro, para iniciar con las oraciones previas a la entrada de los creyentes a las 9:00 horas. En el acto estuvo presente el  jefe del Estado italiano, Sergio Mattarella, y la primera ministra, Giorgia Meloni.

Benedicto XVI reposa en una camilla de madera cubierta por una tela dorada, al igual que su cabeza reposa sobra un cojín rojo. El papa porta el atuendo de casulla roja, el cual se emplea en ocaciones de luto, además de que sus dedos están entrelazadas y llevan un rosario junto con su anillo del Pescador que uso durante su tiempo emérito.

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El cuerpo será enterrado en cripta de la basílica de San Pedro el jueves tras concluir la capilla ardiente. El papa Francisco será quien presida el funeral en la Plaza de San Pedro, esta será la primera ocasión en la que un pontífice en funciones participe en el funeral de su predecesor.

Benedicto XVI fue el pontífice número 265 de la Iglesia católica nació en Marktl am Inn, Alemania, bajo el nombre de nombre Jospeh Ratzinger. Fue doctor en Teología y nombrado pontífice el el 19 de abril de 2005, en el primer cónclave del siglo XXI.

Ratzinger se caracterizó por ser partidario de costumbres ortodoxas al interior de la Iglesia y al inicio de su pontificado contó con fama de “inquisidor”. Esto tras dar instrucciones, en el año 2002, a los políticos católicos de oponerse a leyes sobre el matrimonio igualitario, el aborto y la eutanasia.

A su vez, impuso un silencio sobre los debates en torno al celibato sacerdotal, la comunión para los divorciados, el uso de métodos preservativo y la fecundación artificial. Sin embargo, pidió perdón en repetidas ocasiones tras darse a conocer durante su pontificado las numerosas violaciones por parte de sacerdotes pederastas.

Entonces, Benedicto XVI ordenó el pase de retiro del sacerdote mexicano Marcial Maciel, fundador de la congregación Los legionarios de Cristo en donde fueron abusados 175 menores de edad en cuatro décadas. Sin embargo, no contó con juicios canónicos y le fue ordenado el retiro al llevar una vida de oración y penitencia.

El Vaticano reconoció los casos de abuso secular en el año 2012, tras haber enviado una comitiva apostólica asumir el control de la congregación y analizar las denuncias; mientras que su sucesor el Papa Francisco justificó la actuación del papa emérito al asegurar que entonces carecían de leyes para responder a las denuncias.

Igualmente, Benedicto XVI estuvo al frente de la Iglesia cuando ocurrió la filtración Vatileaks, en el cual una serie de documentos, en los que se denuncian actos de corrupción al interior de la institución.

Finalmente, el papa emérito causó revuelo al interior de la Iglesia católica tras anunciar su renuncia al pontificado por “falta de fuerza” para seguir en el cargo; por lo cual en un cónclave fue elegido el 3 de marzo de 2013 a Jorge Mario Bergoglio como el papa Francisco para encabezar a la Iglesia católica.

 

 

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