Enfermeras son agredidas en México por miedo a contagios de COVID-19

Mientras en Italia y España aplauden a su personal médico y de enfermería, en México el miedo a contagiarse ha causado que enfermeras de distintas partes del país sean atacadas pese a ser el primer frente de batalla contra el COVID-19 y haber incluso un número menor en comparación a las tasas de profesionales de la enfermería de otros países.  

El 6 de abril, una de las enfermeras de México, identificada como Sandra Alemán Arellano, denunció desde San Luis Potosí que tras comprar un café previo a ingresar a su trabajo fue encarada por dos niños de entre 10 y 12 años quienes la rociaron con café gritándole que no se les acercara porque los iba a contagiar de COVID-19, a lo que procedió a pedirles que no le faltaran al respeto. 

Sin embargo, Sandra cuenta que ello indignó a la madre de los menores se lanzó contra esta para golpearle el rostro. Además, detalló que pese a intentar defenderse fue derribada por su agresora, quien a golpes y con la caída sobre el pavimiento terminó por fracturarle dos dedos de la mano derecha. «Qué te pasa, México. Sólo vamos a trabajar. Yo te cuido, pero tú a mí no», reclamó al final de su relato.  

Tres días después, el jueves 9 de abril, una enfermera del Hospital de San Francisco en Nayarit dio a conocer un video en el cual señala que temió por su integridad cuando le negaron el acceso al poblado donde actualmente vive para evitar que contagie a los habitantes de COVID-19 por ser parte del Personal de Salud. 

Esta relató a través de un texto en su perfil personal de Facebook que los habitantes de la comunidad donde vive «argumentaron» que preferían pagarle una renta en el hospital para que allá se quedara alojada y no volviera, pidiendo a la gente presente que se alejara de ella al provenir «del gran foco de infección», lo cual le causó incomodidad e impotencia al saber que no puede portar su uniforme dado que ya se ha vuelto un motivo de agresión.  

«Tenemos que irnos de civil y ahora ni si quiera poder decir que soy personal de Salud para que no me agredan o me prohíban el acceso a mi hogar a descansar, cuanto lo único que hago es trabajar en el hospital por el bienestar del pueblo y pueblos aledaños que van y se tratan médicamente ahí, yo no voy a ver si vienen de X pueblo o si es X persona, se les va a dar la atención y con las medidas que actualmente se tienen que tomar, a todos!», expresó. 

Un día después, este pasado viernes 10 de abril, la enfermera Getse Castro, de Ciudad Obregón, Sonora, subió un video también a sus redes personales diciendo que «no sabía si reír o llorar» ante la vulnerabilidad que personas del sector salud están viviendo al ser vistos por parte de la población como posibles focos de transmisión del COVID-19.

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Esta contó que en su caso se dirigía a dejar a sus hijos a casa de una de sus familiares, lugar de donde salió solo para ser agredida por un hombre que desde su automóvil le arrojó agua por miedo a que lo contagiara con la nueva cepa del coronavirus. «Como sociedad estamos bien jodidos», recriminó, apuntando que hay personas que no comprenden que el papel que ellos juegan es uno donde nadie quisiera estar por el riesgo que representa 

No obstante, recordó a esos mismos agresores que cuando necesitan ingresar a un hospital requerirán de sus cuidados desde que entran hasta el último minuto que estén ahí, por lo que les pidió reflexionar e informarse dado que incluso médicos y enfermeras son las personas más preparadas para hacer frente a los contagios, además de que disponen de material para proteerse en una contingencia así.