Este lunes la Organización de Naciones Unidas (ONU) llamó al gobierno de Miguel Díaz Canel a respetar plenamente los derechos de los cubanos a protestar de manera pacífica contra el régimen castrista al que demandan la libertad de los presos políticos.

Lo anterior luego de que, desde la noche de este domingo, a través de redes sociales, ciudadanos evidenciaron que las calles estaban siendo ocupadas por policías, patrullas, carros y camiones con militares, así como policías vestidos de civiles con el propósito de desincentivar que opositores salieran a protestar tal como lo habían convocado.

Desde hace meses opositores preparaban una protesta a la que denominaron Marcha cívica por el cambio el 15 de noviembre 15N, pero que no estaba autorizada por el gobierno, por ello, dos de los principales organizadores acusaron que sus casas estaban sitiadas por militares vestidos de civil para imposibilitarlos a salir de ellas para marchar.

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Yunior García, dramaturgo y activista cubano, mostró un cartel desde la ventana de su casa en el que se leía “mi casa está bloqueada”, además que en el edificio en el que vive le fueron colocadas banderas gigantes para bloquear todas las ventanas.

A otra de las activistas, Saily González, le gritaron ofensas como “mercenaria”, “hija de perra” o “gusana”, además de que también le impidieron salir de su casa.

Por su parte, el gobierno de Díaz Canel calificó la marcha del 15N en la isla de una “operación fallida” pues hasta las 17:00 horas no se habían presentado grupos de manifestantes en las calles de La Habana, ni se habían dado a conocer fotografías o videos de alguna protesta en cualquier parte del país caribeño.

Además, el propio presidente cubano desestimó la manifestación al no hablar sobre el tema y más bien, señalar el regreso a clases de miles de niños y la llegada de cientos de turistas.

En cambio, en varias ciudades del mundo, cubanos salieron a realizar protestas en apoyo de sus connacionales, entre ellas Miami, Estados Unidos; Madrid, España; en Bruselas, Bélgica, Ciudad de México y en Lisboa en Portugal.