El próximo 19 de septiembre la Ciudad de México conmemorará 36 años y 4 años de los terremotos de 1985 y 2017, respectivamente. Realizará un Simulacro Nacional para prevenir a los ciudadanos contra sismos.

Como en años anteriores, este domingo se escuchará una alarma sísmica que pondrá en alerta a todos los ciudadanos, pero ¿desde cuándo existe la alerta y por qué produce miedo en las personas?

Hay que regresar 57 años en la historia, cuando Japón creó lo que se conoce en inglés como Urgent Earthquake Detection and Alarm System (UrEDAS). En aquel 1964, derivado del sismo de 6.2 grados en Noigata, la nación asiática, una región de alta sismicidad, creó una red de alerta temprana contra terremotos.

Esta se basó en el esquema de ondas de J.D Cooper de 1868, quien propuso colocar una serie de detectores en San Francisco, Estados Unidos, para enviar una señal de telégrafo a los medidores y así detectar un sismo; sin embargo, la idea no prosperó porque para la época no existía la tecnología suficiente para enlazar los sensores.

Casi un siglo después, el país nipón recuperó el sistema de Cooper para instalarlo en la isla y así detectar los movimientos. Esta herramienta fue un parteaguas para naciones como Estados Unidos, Canadá y México, siendo este último el que buscaría implementarlo tras lo ocurrido en 1985.

En ese año, un sismo de magnitud de 8.1 grados golpeó a la Ciudad de México a las 07:00 horas y tomó indefensos a todos los mexicanos, pues no existía ningún tipo de alerta que avisara de lo que vendría para desalojar edificios, casas, oficinas, y resguardarse en zonas seguras, un día después, otro sismo de 7.2 grados volvió a sacudir a la Cdmx, causando mayor temor en la capital.

De acuerdo con el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (CIRES), la alerta sísmica mexicana se creó en 1986, un año después de aquel movimiento telúrico que dejó más de 10 mil muertes en toda la metrópoli, según los datos oficiales (la cifra se ha considerado poco precisa). Los especialistas buscaron una manera de tratar de mitigar algunos desastres y alertar de manera oportuna.

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Para el año 1989, instalaron 12 sistemas de sensores cerca de la costas de Guerrero debido al choque de las placas tectónicas de Cocos y la Norteamericana, a 25 kilómetros de profundidad del mar, estos se activan a 20 segundos de detectar el movimiento, la cual permite enviar la alerta; asimismo, a los 40 segundos, detecta si el sismo es de alta magnitud debido a que la vibración inicial es constante durante más tiempo.

Bajo ese método, la señal es enviada a la Cdmx, ubicada a 320 kilómetros de la costa de Guerrero, al llegar, de manera automática se activa la alerta 60 segundos antes de que las vibraciones del sismo se perciban en la capital y dé tiempo a los ciudadanos de salir y resguardarse.

Tras su instalación, el primer sismo que «estrenó» dicha alarma fue el de 1995 el cual tuvo una intensidad de 7.3 grados.

Actualmente ya existen 96 sensores que alertan a 8 ciudades: Guadalajara, Morelia, Colima, Acapulco, Chilpancingo, Ciudad de México, Puebla y Oaxaca.

¿Por qué da miedo la alarma sísmica?

Esta parte está relacionada con cómo los humanos perciben la música. Para simplificar, la alarma sísmica está compuesta de dos notas, «fa sostenido y sol», una detrás de otra, las cuales en la teoría musical se podrían denominar séptima mayor y octava.

Conocer el intervalo entre estas dos notas es importante porque es ahí donde se produce la «magia» o el terror. El fa sostenido funciona como una nota «tensa» que busca o pide regresar al sol para percibir ese relajamiento. Muchas canciones en el mundo la utilizan, la más famosa es la del tema de la película Tiburón (1975) creada por John Williams.

Para darle aún más tensión a este intervalo, durante la invención del sonido de la alarma se recurrió a tonos agudos que para el oído son sensibles, asimismo, se utilizó un timbre nasal para provocar aún más tensión entre ambas notas que se tocan de manera ligada y no como la canción de Tiburón.

A la hora de aplicar esto, se tiene una nota que suena todo el tiempo (sol) mientras que la segunda nota, la que causa tensión, lo hace de manera intermitente, generando así la incomodidad a las personas.

Finalmente, se tiene un efecto de asociación con el movimiento telúrico que al instante de escuchar la alarma, la mente inmediatamente reconoce que está por llegar el sismo y los nervios y miedo generan que la gente se ponga en resguardo.

Ahora ya sabes el porqué la alerta sísmica produce ese miedo en las personas. Para el próximo 19 de septiembre, no olvides prestar atención y apegarte a las medidas de seguridad porque nunca se sabe cuándo volverá a temblar.