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Comuneros piden a autoridades federales y locales coordinación para proteger a Los Dinamos

Foto: Francisco Mendoza

Teniendo en cuenta la protección del bosque de Los Dinamos y el afluente del Río Magdalena, como única misión, comuneros agrupados en la organización ‘Comunidad de Aprendizaje Campesino’ (CAC), solicitan a las autoridades federales, del gobierno de la Ciudad de México y de la alcaldía Magdalena Contreras, “sentarse” a coordinarse para que cada quien haga su parte y se evite la contaminación de la zona como ya ha pasado en el área de La Cañada, zona privada que precede a la subida a Los Dinamos.

En entrevista para La Hoguera, Miguel Ángel Mendoza Juárez señaló que lo que se necesita ahora es la coordinación con las autoridades capitalinas, nacionales y comunales para la regulación para cuidar a Los Dinamos. Lamentablemente, apuntó que los comuneros se han enfrentado al ping pong de las autoridades, pues tanto federales como capitalinas se lanzan una a otra la responsabilidad de atender sus peticiones o denuncias, e incluso al igual que pasó a esta casa editorial, explica que a ellos desde 2005 se enfrentan a la poca claridad que hay de qué tipo de protección ambiental tienen Los Dinamos y qué autoridad sería la responsable de su preservación.

En ese sentido, detalló que tanto de la CAC como de la Unión de Comerciantes, que se formó recientemente con el afán de colaborar en la limpieza y preservación del Río Magdalena, existe actualmente un interés para poder trabajar en conjunto con el gobierno a fin de elaborar reglamentos que eviten que la zona se contamine. Expresó que aunque a nivel federal existe una protección de algunas especies de árboles, lo que buscan no es su eliminación -pues puede dejar abierto el riesgo de desdoble de negocios e invasiones- sino su actualización, considerando las voces comunales.

«Pero si nos sentamos a trabajar con base a todo lo que hemos estado desarrollando -y se logra una justificación sobre esa parte- ¿Qué sucede? (Que) tú -autoridad- vas a tener injerencia de decir ‘Hay esta normatividad trabajada internamente, tanto lo local como federal para poder ejecutar», pronunció. En tanto, señaló que eso disipará las dudas de las responsabilidades de cada orden gubernamental y permitirá regular el comercio, las descargas y los manejos de residuos, para lo cual ya ha iniciado la CAC trabajos propios.

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Miguel Ángel Mendoza comentó que quizá con estas adecuaciones incluso recibirían más recursos para la preservación del lugar; aseguró que en ese caso, estarían gastándolos no en copias ni más estudios -ya hay muchos por muchos lados-, sino en que haya resultados. Subrayó que actualmente los comuneros pueden acceder a apoyos de 10 mil a 30 mil pesos anuales, mismos que para invertir son «nada», ya que no alcanzan ni para los salarios de los trabajadores que tienen.

El presidente de la CAC subrayó entonces que si no se mantienen firmes en Los Dinamos, la «mancha urbana» les alcanzará y los vertederos de aguas negras o grises aumentarán en esa zona, lo cual generará la pérdida del trabajo que han hecho por años y finalmente su fuente de ingresos económicos. «Si nos logramos sentar, todos ganamos. Logramos preservar lo que tenemos, el día que se contamine el agua, nosotros perdemos nuestra producción de trucha; si se contamina el suelo, perdemos la agricultura que tenemos», pronunció.

Finalmente, reiteró que lo que hace falta ahora es que la autoridad quiera hacerlo porque pueden decir «sí, vamos a hacerlo», pero no dar fechas exactas ni tiempos de trabajo. En tanto, indicó que ante la posibilidad de conflictos internos o ausencia de comisariado, la CAC continuará sus esfuerzos -con recursos propios-, trabajando y la búsqueda de acercamiento gubernamental para hacer un plan de preservación de Los Dinamos realmente ejecutable.

Los proyectos ya en curso

Mendoza Juárez, detalló a La Hoguera, que la CAC, integrada por trucheros, floricultores y cunicultores (productores de conejos), apiarios, setarios (productores de setas), productores de árboles frutales, de hortalizas y ornamentales, desarrolla proyectos productivos sustentables como son las de producción de truchas que se ubican a lo largo del afluente del Río Magdalena, mismos que fungen como catalizadores de la contaminación del agua que pudiera llegar a experimentar el río*,* pues de inmediato se refleja en la producción. Con esto, explicó, los comuneros se dan cuenta porque cuando son pequeñas las crías se mueren de inmediato si existe una pequeña variación en el azufre o amoniaco en el líquido, lo cual se da principalmente cuando hay tala o se vierten grasa o descargas al afluente. Ello ocasiona que tengan mayor vigilancia.

Además, precisó que los productores de trucha, quienes cuentan con permisos, se han ido actualizando en sus instalaciones para cumplir con las normas de la Comisión del agua (Conagua), debido a que al ocupar el agua del Río Magdalena, también tienen que regresarla y ello lo hacen a través de un proceso de limpiado del líquido con hasta tres procesos de filtrado que permite que tenga la misma pureza que cuando entró a las tinas de crías del pez. “A veces se devuelve más limpia”, sostuvo.

En este proceso, también se separan los lodos residuales que quedan de la crianza y el filtrado del agua, mismos que son usados como comportas para los árboles, invernaderos que ellos construyeron o para donarlo a los floricultores o en algunas ocasiones para venderlo.

Truchas en Los Dinamos: Foto: Francisco Mendoza

Truchas en Los Dinamos: Foto: Francisco Mendoza

Además, de los criaderos de truchas, los integrantes de la CAC también son parte de proyectos floricultores donde producen rosas, de apiarios y cultivadores de setas que ahí mismo venden procesados en alimentos para los turistas que visitan Los Dinamos.

Otros de los proyectos importantes, destacó Miguel Ángel Mendoza, son los que comenzarán a desarrollar junto con la Unión de Comerciantes, que tiene que ver con la colocación de atrapa grasas para dejar de verter aguas grises al río y que administraciones pasadas de la alcaldía les regalaron, pero todos quedaron arrumbados porque nunca les enseñaron cómo colocarlas. Ahora, afirma, tomarán una capacitación con especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y para ello, Nancy Mancilla, quien además de comunera es comerciante, dijo que pondrá el espacio donde tomarán dicho taller, todo ello con el afán de colaborar en la preservación, “porque ahora ya tenemos conciencia” de la importancia de que Los Dinamos se mantengan en buenas condiciones.

En ese sentido, ella explicó que también se colocarán más biodigestores para procesar de una forma más sustentable las descargas y estás no sean únicamente en fosas sépticas como se hace con los sanitarios públicos que existen para el servicio de los turistas.

Invernaderos de los comuneros de Los Dinamos. Foto: Francisco Mendoza

Invernaderos de los comuneros de Los Dinamos. Foto: Francisco Mendoza

En tanto, el líder de la CAC señaló que cada mes, en coordinación ambas organizaciones, realizan limpieza general de las cuatro áreas de Los Dinamos y de los 12 kilómetros del afluente del Río Magdalena que ellos resguardan -desde Barbechos hasta el dinamo 1-, para recoger la basura que dejan los visitantes.

¿Pero qué proyectos son los que buscan implementar y potencial ahora con apoyo de la federación y la administración capitalina?

Laboratorio para monitorear el agua del río Magdalena

Durante la entrevista, Citlali Mejía, técnica productiva de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadr), comentó que los comuneros de la CAC están buscando recursos para levantar un laboratorio que les permita estar monitoreando la calidad del agua del Río Magdalena de manera regular, debido a que por ahora solo realizan dos al año, una en temporada de sequía y la otra en lluvias. Al respecto, apuntó que la intención es lograr mantener las actividades productivas de manera sustentable y vigilar posibles puntos de contaminación.

Afirmó que si por ella fuera, ya hubiera buscado los recursos; no obstante, mencionó que se le imposibilita derivado de que trabaja bajo una estructura y el dinero que se le asigna para su labor. A la par, subrayó que las CACs deben contar con personal de apoyo por parte de Corenadr: un técnico productivo, un técnico social y un técnico en restauración agroecológica -con tareas muy específicas-, pero que en este caso ella debe cumplir funciones de los tres, provocando hasta una sobrecarga de trabajo y que no pueda atender todas las situaciones existentes.

«Ellos andan buscando quién les puede apoyar por parte de otra institución para hacer diferentes cosas. Como decía Miguel se requiere rehabilitación a fondo de los estanques, sale del presupuesto. Es mucho lo que se requiere como fuentes de financiamiento. En eso andamos, buscando por aquí y allá», expuso.

Por su parte, Miguel Ángel Mendoza comentó que la intención de la CAC es lograr construir el laboratorio fuera de los bienes comunales para evitar que sea víctima de los problemas internos de la comunidad. Destacó que actualmente está cerca el cambio de comisariado, de modo que incluirlo al interior, las nuevas autoridades bien podrían avalar seguir con el proyecto o negarle continuidad, haciendo que se pierda.

El presidente de la CAC indicó que desafortunadamente el Área de Restauración y Conservación Ambiental Comunitarias (ARCAC) tiene más peso legal que su organización, por lo que si el plan queda dentro de sus facultades, decide absorberlo y no ejecutarlo, entonces la idea quedará sin desarrollarse. Como ejemplo, señaló que esta no ha dado seguimiento a las denuncias de tala ilegal que hicieron en su momento ante la Sedema.

«Si logramos firmar convenios fuera de la comunidad, podemos dar continuidad y exigir parámetros», externó. Relató que actualmente han buscado el apoyo de la alcaldía La Magdalena Contreras para poder construir el laboratorio para el monitoreo del agua y no tener que ir a hacer las pruebas hasta la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Además, precisó que, de acuerdo con cálculos de investigadores de la misma universidad, se requerirían 400 mil pesos para ello.

Mendoza Juárez señaló que han habido acercamientos con el gobierno de la alcaldía La Magdalena Contreras, pero se les ha contestado que no hay la posibilidad de financiar dicho proyecto, mismo que propone se haga en el PILARES al pie de La Cañada. No obstante, no todas las puertas se han cerrado, ya que desde la misma UNAM se les ha ofrecido el material para cuando tengan el espacio adecuado para el laboratorio.

Los análisis de la UNAM

Miguel Ángel y Citlali mostraron una serie de láminas donde se indican los resultados de los diagnósticos del agua en el segundo Dinamo, para establecer el impacto de los negocios en el río. En la publicación -a partir del Proyecto PAPIIT AG201223, de la Facultad de Ciencias, ‘Reintegración sostenible del agua en la subcuenca del río Magdalena’- se señala, a través de una semaforización, que está en «rojo», o fuera del límite permitido por las normas, la presencia de nitrógeno amoniacal y fósforo reactivo en la época de secas; mientras tanto, en temporada de lluvias está en «amarillo», cerca del límite máximo, el primer químico y en «rojo» el segundo.

Por el contrario, el análisis de la presencia de Nitrato y Nitrito arrojaron semáforos «verdes» o «dentro del límite» al analizar su concentración en aguas de la época de secas o de lluvias. Ante todos estos resultados, se recomendó el uso de detergentes biodegradables; la implementación del uso de humedales artificiales, biodigestores y trampas de grasa; y el uso de baños secos.

A partir de ese mismo trabajo, supervisado por la Dra Ángela Piedar Caro Borrero y el Dr. Javier Carmona, se advierte que el Río Magdalena tiene una importancia ecológica alta, ante las diversas especies nativas que viven ahí y el bosque donde se infiltra el agua para poder recargar el acuífero capitalino. No obstante, se señala que la presión de uso es «muy alta» porque muchas personas hacen uso del agua del río mediante tomas y la existencia desvíos de agua; en tanto, apunta que su estado de conservación es «moderado o deficiente» ante los usos sin manejo ni perspectiva sostenible, habiendo presencia de descargas de desechos, modificaciones a la ribera y tomas de agua.

A la par, el Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad del Instituto de Ecología de la UNAM realizó muestreos en las Unidades de Producción de Truchas (tanto en la zona de entrada del agua, en el lugar de engorda y en la salida del agua al río). A partir de análisis microbiológicos, microscópicos y de nutrientes, encontró que tanto en época de sequía como de lluvia, había cantidades «aceptables» de bacterias fecales, parásitos y nutrientes.

Al respecto, se indica en otra lámina presentada que en general la calidad del agua en los puntos muestreados es buena, salvo por las medidas de nitrógeno amioniacal, posiblemente relacionado con desechos orgánicos como materia fecal, hojas secas, peces muertos y restos del alimento de los peces. Ante ello, se sugirió generar estrategias de limpieza coordinada para evitar la acumulación de materia orgánica y el implementar humedales.

«Las truchas son altamente invasoras, es decir, si se escapan es por ello que es necesario implementar mecanismos para evitar que se incorporen al río, sobre todo en época de lluvias», advierte. Asimismo, se llama a no realizar ni fomentar el cambio de uso de suelo dentro de Los Dinamos, pues la desforestación impacta directamente sobre la cantidad y calidad del agua.

Finalmente, Mendoza Juárez adelantó que en un corto plazo, entre mayo y junio, investigadores de la UNAM, liderados por la doctora Maritza Masari, presentarán el resultado de una investigación que han hecho por alrededor de 10 años sobre un plan de rescate del Río Magdalena.

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