China y Estados Unidos comienzan a «limar asperezas»

Luego de una semana de tensiones por los anuncios de aumentos de aranceles e impuestos entre China y Estados Unidos, las negociaciones han vuelto a la mesa por parte de ambas naciones.

Donald Trump anunció, en la cumbre del G7, que ha recibido de parte de China el deseo de retomar conversaciones bilaterales y que han definido llevar a cabo el próximo lunes. “Nos han llamado y empezaremos a negociar en breve, y veremos qué ocurre”, señaló el mandatario estadounidense.

Por su parte el viceprimer ministro chino Liu He, jefe de la delegación de China en estas negociaciones, mencionó que una escalada en la guerra comercial «sería perjudicial para todos» y se busca una «negociación reposada».

El republicano mencionó que su homólogo, el presidente chino Xi Jinping es «un gran líder» y señaló que «una de las razones por las que China es un gran país es porque entiende cómo funciona la vida».

El acuerdo que firmarán ambos países fue vaticinado por Trump como «magnífico» para Estados Unidos y también «será magnífico para el mundo».

Estas declaraciones contrastan con la serie de tuits viscerales que se compartieron el viernes pasado y en los que se afirmaba que el mandatario chino era «el peor enemigo de Estados Unidos» por subir sus aranceles a un nivel mayor del previsto.

Este cambio en el discurso del presidente estadounidense ha favorecido también a la actitud y trato del gobierno en Pekín, quienes ya aseguraron que se oponen «tajantemente a una escalada en la guerra comercial que no beneficiaría ni a China ni Estados Unidos, ni al resto del mundo”.

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