Cerca del 50% de los empleados de hoteles se quedaron sin trabajo en Quintana Roo

Desgraciadamente, debido a la pandemia del Covid 19, aproximadamente el 50% del total de la plantilla de empleados de los hoteles se quedó sin trabajo en Quintana Roo. Si bien ahora el estado se encuentra en semáforo amarillo, aún este sector tardará para recuperarse por completo. Hay que señalar que el turismo en México es una de las actividades que más propicia la entrada de divisas en nuestro país que ayuda a la economía y a proporcionar empleos de muchas personas.

“Desafortunadamente desde marzo-abril comenzaron las bajas de personal, alrededor de 50% del total de la plantilla fue dada de baja, se comenzó con las persona que no tenían planta”, menciona Alejandra, gerente de grupos y convenciones de un hotel en Cancún.

Respecto a las personas con planta, de primera instancia no se les despidió, pero se fueron al llamado B15 (solo se les pagaba 15 días del mes), conforme fue pasando el tiempo y aumentando el número de contagios y la nula ocupación en los hoteles, se fue liquidando al personal con planta.

Ahora que empieza a subir la ocupación se están haciendo de nuevo contrataciones, pero muchas de ellas solo son por contratos indefinidos y considerando los “picos” de ocupación.

Quintana Roo, uno de los destinos turísticos más importantes de México por sus playas y zonas arqueológicas, un destino atractivo para nacionales y extranjeros, y que ahora ha tenido un aumento paulatino desde la reapertura de hoteles en el mes de julio.

Actualmente, de acuerdo con datos de la Secretaría de Turismo de Quintana Roo, la reapertura de hoteles ha sido en los últimos dos meses bien recibida, pues Isla Mujeres cuenta con un 52.6% de ocupación, Cancún y Puerto Morelos con 23.7% y Cozumel con 23%.

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Debido a la pandemia del Covid-19 la ocupación que se sigue respetando es del 60%, cifra que subió gracias al cambio de semáforo amarillo, y que se mantendrá hasta el cierre de 2020.

“En el caso de grupos en su mayoría son del segmento “leisure” (descanso, relajación y placer), en julio y agosto se celebraron viajes de graduación de niveles medio superior y superior. Del mismo modo las bodas también continuaron en pie, aunque muchas de ellas hicieron una reducción considerable en su número de invitados”, cuenta Alejandra.

Destaca que son más frecuentes los visitantes de Monterrey, Ciudad de México y Guadalajara; a nivel internacional, los turistas llegan principalmente de Estados Unidos y Canadá.

Dentro del hotel los huéspedes pueden acudir a todos los lugares del inmueble que se encuentran abiertos en horarios establecidos y haciendo previas reservas en el caso de los restaurantes. Por ejemplo si desean cenar en uno de los restaurantes de especialidad (japonesa, española, hundú, etc) se les otorgan los horarios disponibles de acuerdo al número de comensales disponible para conservar la sana distancia, ellos eligen las opción que más les acomode. En el caso de las piscinas pueden acudir en los horarios establecidos por el hotel.

En cuanto a las medidas de protección sanitaria que se siguen dentro de un hotel son estrictas y se deben seguir al pie de la letra para evitar contagios. Tanto directivos como empleados saben que esto es fundamental para no volver a ser “golpeados” por los cierres que tuvieron.

“En el check in se les toma la temperatura a todos los huéspedes, se los pide desinfectar los zapatos, y los bell boys desinfectan el equipaje. En todo momento se les solicita portar el cubrebocas (excepción en piscinas y playa ), a lo largo de todo el hotel existe señalética de uso obligatorio y dispensadores de gel antibacterial. Del mismo modo afuera de cada recinto está a la vista la capacidad máxima de personas” menciona Alejandra.

Para recibir a los clientes, todos los trabajadores debieron seguir varios cursos con el fin de proteger tanto la salud de los turistas como la de ellos. Antes de la reapertura los trabajadores llevaron cursos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y luego de regresar a laborar recursos humanos les dio otros más.

Cuenta que con el cambio de color a a amarillo en el semáforo Covid-19 se ve más gente en las calles, plazas, playas y espacios públicos definitivamente, sin embargo a todos se les ve portando el cubrebocas y a los establecimientos ofreciendo gel.

“Me parece que la sociedad de Quintana Roo es consciente de que en gran medida vivimos del turismo y que nuestra imagen ante el turista hará la diferencia para que vengan, es por ello que yo he visto a un estado muy responsable”, afirma.

Por último, dice que todavía hay restaurantes y hoteles que a partir de su cierre no han podido reabrir, en los cuales se pueden apreciar letreros en los establecimientos que rezan “ Cerrados hasta nuevo aviso”; “ Cerrado por Covid”.

En muchos casos los restaurantes solo ofrecen comida para llevar, o a través de aplicaciones como UBER EATS o Rappi. El horario de cierre de muchos restaurantes se ha limitado a las 23:00 hrs., y muchos bares ahora incluso tienen que vender alimentos para poder brindar los servicios.

“Poco a poco Quintana Roo va recuperándose, por eso no hay que bajar la guardia, somos muchísimos los que vivimos del turismo, y aquí es un lugar paradisiaco”.

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