Avianca acude a ley de bancarrota por pandemia de Covid-19

Este fin de semana la empresa de transporte aéreo Avianca anunció que, de acuerdo con la ley de bancarrota de Estados Unidos, ha iniciado un proceso de reorganización debido a «la velocidad y el dramático escalamiento» del impacto de la crisis derivada del coronavirus Covid-19.

«Avianca Holdings y algunas de sus subsidiarias y afiliadas solicitaron hoy acogerse voluntariamente al Capítulo 11 del Código de Bancarrota de los Estados Unidos en el Tribunal de Bancarrota del Distrito Sur de Nueva York», señaló la compañía colombiana a través de un comunicado.

Avianca, la segunda aerolínea más grande en América Latina, fue obligada a suspender el transporte de pasajeros a principios de marzo, cuando el Covid-19 comenzó a esparcirse rápidamente en América, reduciendo los ingresos de la empresa en más del 80%.

Regirse por el capítulo 11 permite que, de acuerdo con la legislación de Estados Unidos, una compañía pueda organizarse y completar la reestructuración financiera bajo la supervisión del sistema judicial del país, proceso que Avianca seguirá para favorecer la continuidad de las operaciones, la preservación de empleos, así como brindar servicio para más de 30 millones de pasajeros anuales que ya registraba la compañía.

Uno de los planes de la compañía desde el 2019 era el de Avianca 2021, en el que se rediseñó la red con 130 rutas a 76 destinos en 27 países y junto al nuevo modelo de tarifas ‘Vuela a tu medida’, con destinos de América Latina a Europa, que había producido buenos resultados.

Pese a alcanzar un cumplimiento de itinerarios del 98.7% así como un aumento en la satisfacción de los usuarios de la compañía, la repentina prohibición de viaje de los gobiernos internacionales debido a la pandemia de coronavirus Covid-19 afectó drásticamente a Avianca.

Esto golpeó al 88% de las rutas que operaba Avianca, lo que resultó en medidas extraordinarias y estructurales entre las que destacan licencias no remuneradas para empleados, reducciones salariales temporales, aplazamiento de pagos de contratos así como reducciones en los gastos no esenciales y que derivaron en la búsqueda de alternativas para reorganizar la operación financiera de la trasnacional.

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