Avanza Ley de ingresos: diputados aprueban en lo general, continúa discusión en lo particular

El pleno de la Cámara de Diputados aprobó en lo general la Ley de Ingresos para el 2023 que prevé una recaudación estimada de 8 billones 299 mil 647.8 millones de pesos.

Con 266 votos a favor y 212 en contra de los partidos de oposición, los legisladores avalaron continuar el debate en lo particular con poco menos de 500 reservas para las cuales se registraron 185 oradores.

Las previsiones de ingresos que plantea la federación, contemplan un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de entre 1.2 y 3 por ciento, con un tipo de cambio de 20.6 pesos por dólar y una tasa de interés nominal de 8.95 por ciento en promedio, así como una producción de petróleo de 1 millón 872 mil barriles diarios, lo cuales evalúan se vendan en un precio promedio de 68.7 dólares, y una inflación de 3.2 por ciento.

De los más de 8 billones 299 mil millones de pesos que prevé recaudar, sin subir impuestos o crear nuevos, 4 billones 623 mil 583.1 millones de pesos asegura que los obtendrá de los gravámenes, mientras que 479 mil 845.4 millones los obtendrá a través de cuotas y aportaciones de seguridad social, y 34.6 millones de pesos llegarán a través de contribuciones de mejoras.

Los diputados de oposición, del PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadanos, que votaron en contra por considerar que es una previsión “irreal” toda vez que se parte de una proyección errónea de que el PIB crecerá en 3 por ciento, cifra alejada de los pronósticos de los organismos económicos nacionales e internacionales, por lo que fijaron reservas en contra de la Ley, que en este momento se discuten en lo particular.

Al fijar su postura, el coordinador de la bancada del PAN, Jorge Romero, acusó que la Ley de Ingresos presentada por el Ejecutivo a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) “es poco realista” pues ignora el problema de la inflación la cual el pasado mes de septiembre llegó a 6.7 por ciento.

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Sin embargo, el morenista Daniel Gutiérrez sostuvo que la Ley de Ingresos “es responsable y realista” porque considera la reactivación económica y genera mejores condiciones de ingresos. “El día de hoy votaremos a favor porque asegura los recursos para garantizar los programas sociales a los más pobres y porque garantiza los recursos para el crecimiento de México, pero también el gasto de los estados y municipios”.

En ese mismo sentido se pronunció el petista Benjamín Robles al afirmar que la Ley de Ingresos “coadyuva a resolver el desastre que nos dejaron”, por lo que advirtió que no dejará de recordarle a la oposición “las ruinas en las que dejaron este país”.

Por su parte, los panistas Carlos Valenzuela y Gerardo Peña criticaron el “nivel de endeudamiento interno” que contempla la Ley de Ingresos por alrededor de 1.2 billones de pesos, caso que señalaron “no lo había hecho ni Fox, ni Calderón, ni Peña”.

“Vienen aquí con vivas al presidente, con carteles, con aplausos para su movimiento. Amigos de Morena, los vivas a López Obrador no están bajando el precio de la tortilla, no están generando empleos a los mexicanos”, criticó Valenzuela.

En tanto, el emecista Manuel Herrera señaló que los ingresos que prevé el gobierno federal contienen proyecciones que no son optimistas, sino más bien refieren un “escenario de estancamiento”, ello aunado a la alta inflación que se vive.

En su posicionamiento, el priista José Francisco Yunes llamó a corregir el proyecto de Ley de Ingresos pues afirma que las metas previstas no se cumplirán porque las variables de crecimiento están sobrevaloradas, y no existe un fondo de compensación para poder cumplir en caso de que sea necesario.

En redes sociales, el coordinador del PRD, Luis Espinoza Cházaro, sostuvo que el dictamen considera perspectivas de crecimiento “irresponsables, un déficit histórico, y parámetros petroleros irreales, es decir, un precio del barril subestimado y una producción sobrevalorada”.

Hasta el cierre de esta edición, los 185 legisladores continuaban exponiendo sus reservas, al tiempo que una a una eran desechadas por la bancada mayoritaria de Morena y sus aliados.