Aprueban castración química a pederastas condenados en Alabama

Por Regina García

El congreso del estado de Alabama aprobó un proyecto de ley para aplicar la castración química a pederastas convictos. El proyecto se encuentra en manos de la gobernadora, la republicana Kay Ivey, que deberá decidir si lo ratifica. En caso de hacerlo, el proyecto entrará en vigor tres meses después de la firma.

En el texto se exige la castración química para aquellos pederastas condenados por delitos sexuales contra niños de trece años o menores.

Se trata de un requisito de libertad condicional una vez cumplida su condena, al que los reos podrán negarse con la consecuencia de continuar en prisión. El promotor del proyecto, el congresista del Partido Republicano Steve Hurst, defendió que la medida “quizás reducirá los números” de abusos sexuales a menores en el estado.

La medida exige que un delincuente comience a tomar las pastillas de castración química aproximadamente un mes antes de la libertad condicional. Se espera que los reclusos recién liberados paguen el tratamiento, pero hay medidas para que el estado cubra el costo si son indigentes.

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La medida también se convierte en una violación de libertad condicional si el delincuente no continúa tomando el medicamento, lo que significaría regresar a prisión por el resto de su sentencia. Además, el hecho de no tomar el medicamento sería un nuevo delito grave de Clase C que conlleva una sentencia de hasta 10 años de prisión.

Se prevé que la medida puede cubrir un número relativamente pequeño de delincuentes. Esto, ya que según la ley de Alabama, una persona condenada por cargo sexual, en delito grave contra un niño menor de 12 años, no es candidato para la libertad condicional, por lo que no se podría aplicar la opción de tomar el medicamento para ser liberado antes de cumplir la condena.

Hasta ahora, son ocho los estados en EEUU que contemplan la castración química para pederastas y otros condenados por delitos sexuales. California fue el primer estado que, en 1996, aprobó esta medida para pederastas convictos por determinados tipos de delito con niños de 13 años y menos, como la violación o la sodomía. Los estados de Florida, Georgia, Iowa, Luisiana, Montana, Oregón, Texas y Wisconsin también tienen medidas similares.

La castración química se realiza mediante la administración de ciertos fármacos destinados a reducir los impulsos sexuales del sujeto al que se aplica. A diferencia de la castración quirúrgica, no ocasiona cambios físicos permanentes y se cree que sus efectos son completamente reversibles con la interrupción del tratamiento. Su eficacia es controvertida entre la comunidad médica.

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Por un lado, se practicó habitualmente en Europa como castigo a numerosos delitos sexuales (entre ellos las relaciones homosexuales consentidas, entonces ilegales) entre 1929 y 1959, sin que hubiera evidencia clara de que redujera efectivamente la actividad sexual de aquellos a quienes se practicaba. Por otro, varios estudios han demostrado que cuando se combina con terapia psicológica sí es efectiva y reduce la reincidencia entre quienes cometen determinados tipos de delitos sexuales, como la pedofilia en el seno de la familia.