‘Ángel Protector’ y su fundación explotaban a menores en desgracia

La Fiscalía de Colombia informó este jueves que fue capturada Luz Marina Lozano Parra, cabeza de la fundación Hijos del Viento, acusada de los delitos de trata de personas agravada en perjuicio de menores de 0 a 8 años, tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.

La fundación Hijos del Viento se dedicaba supuestamente a cuidar a los hijos de trabajadoras sexuales del Barrio Santa Fe, mismo lugar en donde estas mujeres cabeza de familia ejercen la prostitución, pero en realidad alquilaban a los menores a otros particulares, aún se desconoce con qué tipo de fines, reportó el periódico colombiano El Tiempo.

A cambio del alquiler de los niños la fundadora habría recibido altas sumas de dinero y donaciones en especie para la fundación. La detención se dio tras un año de investigación por parte de las autoridades colombianas.

De la misma forma también se capturó a Omar Javier Pacheco, esposo de Lozano Parra, quien aceptó cargos por tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.

Mario Gómez, fiscal delegado para la Infancia y la Adolescencia, aseguró que esta mujer llegó a ser considerada en la localidad como un ‘ángel protector’.

Conforme crecía su popularidad también crecía el número de personas que encargaban a sus hijos con el ‘ángel protector’.

“Varios de los bienes que fueron donados, como muebles y electrodomésticos, entre otros, habrían sido vendidos para obtener el dinero en efectivo y cubrir gastos personales”, dijo el fiscal.

Asimismo, sostuvo que “los mercados que entregaban los ciudadanos y que tenían como objetivo mejorar la alimentación de los menores de edad, presuntamente eran utilizados para preparar los almuerzos que se vendían en un restaurante de propiedad de la señora Lozano Parra”.

Algunos de los testigos aseguraron que la mujer retenía a los niños cuando no podían pagar por su cuidado, pese a que la fundación se describía “sin ánimo de lucro”.

Los dos detenidos serán procesados por los delitos de trata de personas agravada, tráfico, fabricación o porte de estupefacientes y usurpación de funciones por suplantación de identidad.

En la investigación la Fiscalía también identificó que el falso “ángel” de los niños explotaba a una ciudadana venezolana, a quien obligaba a cuidar hasta 30 menores durante todo el día a cambio de una mala paga.