Cultura
El teatro es para divertir, pero también para conmocionar: Clarissa Malheiros
La Máquina de Teatro comenzó el mes pasado el montaje de su trilogía “Encarnaciones Filosóficas”, con las puestas en escena inspiradas en obras de Antonin Artaud, Fernando Pessoa y Franz Kafka, protagonizadas en sendos monólogos por Clarissa Malheiros.
Apenas el sábado concluyeron las funciones de Artaud ¿cuánto pesa una nube? en el teatro Santa Catarina, en Coyoacán, y este domingo 24 de noviembre es la segunda y última presentación de La hora del diablo, basada en un relato de juventud de Fernando Pessoa. Y Kafka. Dónde estás, están todos los mundos cierra su breve temporada el 6 de diciembre.
En breve conversación, Clarissa Malheiros, actriz, pero también responsable de la dirección, el espacio escénico y la dramaturgia junto con Juliana Faesler, señala algunas de las razones por las cuales decidieron incorporar a estas tres luminarias del siglo XX.
“Artaud, Pessoa y Kafka son tres personajes que me fascinan. Y con La Máquina del Teatro, con Juliana Faesler, decidimos emprender esta caminada a la orilla del volcán, en equilibrio total para no caer en el cráter”, señala la actriz, directora y dramaturga brasileña.
“En esa búsqueda, no sólo trabajamos con los escritos de Antonin Artaud, Franz Kafka y Fernando Pessoa, también los entrecuzamos con otros creadores y filósofos, como Walter Benjamin, San Agustín, Wittgenstein, Marina Garcés, gente cuyo pensamiento de alguna manera ha estado cercano a nuestra búsqueda de entender las cuestiones éticas, de morales, los valores que estamos lidiando en cuanto a comunidad humana”, añadió Malheiros.
En un foro pequeño como el teatro Santa Catarina de la UNAM, en la plaza de Santa Catarina de Coyoacán, se antoja titánica la labor de montar en ese espacio tres obras a partir de un monólogo, o muchos, de una misma actriz y un mismo personaje, pero Malheiros y Faesler lo resuelven con imaginación, creatividad y recursos escénicos efectivos.
“La serie Encarnaciones filosóficas es también una búsqueda de entender las posibilidades escénicas de la filosofía, del pensamiento; pensar con el espectador, darle chance del devaneo, porque muchas veces el público se va un segundo, porque se queda pensando en algo más, pero la escena sigue, y nos cachamos un poco más adelante y causamos una conmoción, porque finalmente de eso se tratan las artes escénicas: divertir y conmocionar”, añade Malheiros en la entrevista posterior a la función de Artaud ¿cuánto pesa una nube?
Sobre los retos de abordar a tres personajes como Artaud, Pessoa y Kafka, la dramaturga, directora y actriz sostiene que el primer paso es cómo enamorarse del personaje.
“Artaud es muy complejo. El primer reto es decidir cómo aproximarme a él, y siempre una de las preguntas es: ¿dónde me enamoro del personaje, dónde encuentro esa pasión que nos conecta? Leyendo toda su obra y también una biografía de Florence Merveiux muy extensa, muy detallada, justo encontré la idea del poeta al final de su vida, cuando ha pasado toda su terrible experiencia en los sanatorios y electroshock. Artaud estaba de regreso en las calles de París y lo reciben con atención en los cafés y le dan los dulces que tanto le gustaban; le dejaban tomar su café literalmente comiendo sus dulces con las manos porque era El Poeta.
“Y cuando encontré esa dimensión del poeta, que es la misma de El Diablo en la obra La hora del diablo, de Fernando Pessoa, yo dije: “Es por ahí”. Aunque en mi caso es muy complejo el personaje porque claro él se codea con la no sanidad mental, es provocador, tenía ideas muy amplias, y para hacer pasar lo que piensa, hay que ir con templanza, con calma, permitir que el espectador pueda acceder a ese universo tan particular de su pensamiento”, explica Malheiros quien, además de las funciones de Encarnaciones Filosóficas, junto con Juliana Faesler también está presentando en el teatro María Teresa Montoya, del Eje Central, Xochimilco, o cómo sobrevivieron los ajolotes a la extinción.
La temporada de Encarnaciones Filosóficas empezó el 18 de octubre y concluye el próximo domingo 1 de diciembre.
Para sus creativas, es importante abrir un espacio que permita verter ideas emocionantes acerca de nuestra humanidad y revelar el pensamiento en sombra que nos habita.
“Al actualizar las resonancias de los escritos de Artaud, Kafka y Pessoa en nuestras vidas cotidianas, asumimos el riesgo de un contacto en primer grado entre sus relatos y una voz femenina contemporánea. Estos autores releídos y puestos en acción, provocan la reflexión en torno a la ética, lo humano y lo visceral de nuestra relación con la Vida y el papel que jugamos en ella”, señalan Malheiros y Faesler enla presentación de la serie escénica.
La Máquina de Teatro es una compañía Mexicana de Artes Escénicas creada en 1996, dirigida por Juliana Faesler y Clarissa Malheiros, con un equipo de colaboradores de jóvenes artistas, no convencionales, de distintos lugares de la república.
Según sus directivas, desde su creación ha generado un espacio de intercambio entre diferentes manifestaciones artísticas de la escena y una de sus prioridades es tender puentes entre el presente y el pasado, la realidad y la ficción, buscando las relaciones entre el universo histórico nacional entrelazado con la complejidad de la vida contemporánea.
Las creaciones y acciones performativas y sociales están enfocadas desde una perspectiva femenina, ambientalista, anti especista y profundamente comprometida con la infancia y con las comunidades excluidas del progreso y de las oportunidades.
Sobre la última puesta en escena de la triología, que se presenta por última vez el próximo domingo 1 de diciembre, Kafka. Donde estás, están todos los mundos, Malheiros y Faesler señalan que la mirada de Kafka es su hilo conductor, lo que él ve y lo que nos hace ver.
“Para Kafka, mirar es una responsabilidad frente a los otros, los que son invisibles, a los que miramos sin ver y también frente a su otra familia, los animales. Con su aguda sensibilidad ética, considera al ser humano parte de un todo y no un todo aparte”.
Concebido como un espectáculo a una sola voz, con tres presencias en escena, objetos y juegos de sombras; la puesta en escena parte de textos filosóficos y de una lectura de la obra de Kafka, autor fundamental para el entendimiento de las relaciones de poder a partir del siglo XX.
“Kafka es el personaje/narrador encarnado que excava en su propia filosofía, en las ideas que son el sostén de su universo literario. El material primordial de este diálogo abierto con el espectador son sus cuentos donde los animales son protagonistas; el animal como el otro diferente que se planta frente al yo. Los animales forman parte de la comunidad ante la cual Kafka se sonroja, o lo que es lo mismo, se encuentran en la esfera de su preocupación moral. La libertad, la crueldad, la vergüenza son asuntos cruciales en las lecturas de Kafka y su sensibilidad moral nos permite mirar con renovada atención la vida que nos circunda”.
El equipo de creativos lo integran: Iluminación de Juliana Faesler; Sonido y asistencia de dirección de Fidel Nah. Alterna Sol Sánchez; Títere de Maro Rugama y Juliana Faesler; Musicalización de Clarissa Malheiros; Producción de La Máquina de Teatro; Vestuario de Xavier Rodríguez; Diseño gráfico de Alan España; Utilería hecha en el Taller de La Máquina de Teatro por Salomé Tovar y Fidel Nah; Construcción de lámparas y plataforma del Taller Alberto Orozco; Gestión de Mónica Juárez; y Comunicación de Nora Castrejón.
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