Los 4 jinetes del Senado

Se dice que un estadista genera sus propias oposiciones. En el caso de Andrés Manuel, no es tanto que las haya generado, sino que les dejó la puerta abierta al permitir en Morena a cuanto líder territorial le prometiera votos. Y tampoco es que sean una oposición, sino, más bien, una rebelión liderada desde el Senado por 4 personajes a los que no es del todo brillante darles la espalda.

A la cabeza, como todo en el Senado, está Ricardo Monreal. El mandón de la cámara alta logró ese estatus gracias a su habilidad para alinear a la oposición aun para los más adversos caprichos de Andrés Manuel, ver el caso de la Guardia Nacional para ejemplo. Sin embargo, el jaloneo por la CRE caló más hondo de lo que el presidente admite, con la oposición lista para cerrarle las puertas a todas sus propuestas, Monreal está entre defender la 4T a capa y espada, o mantener su poder.

Junto a Monreal está Armando Guadiana, presidente de la tristemente célebre Comisión de Energía. El exgobernador de Zacatecas y el excandidato a mandatario de Coahuila fueron clave fundamental para que, en las pasadas elecciones, Andrés Manuel ganara los estados del norte —particularmente del noroeste— del país, que tanto se le negaron en sus primeras 2 campañas presidenciales.

A la unión del político y el empresario se suma el regio líder sindical Napoleón Gómez Urrutia. Repatriado a orden expresa de Andrés Manuel, vía fuero de senador, es el padre de la Confederación Internacional de Trabajadores, la nueva y potente central obrera que, como ya dijimos en este espacio, ha puesto a temblar a la misma Confederación de Trabajadores de México.

Completa la escuadra Pedro Haces Barba, otro líder sindical, de la anteriormente priísta CATEM, quien fue el último en sumarse a la bancada al entrar como suplente de Germán Martínez y, además, se puso el saco cuando Yeidckol criticó que Morena se llenara de sabandijas. Entre la CIT de Napo y la CATEM de Pedro, los senadores controlan no menos de 850 sindicatos a lo largo de la República.

Estos 4 jinetes, si bien en la bancada morenista, no esconden su distancia con Andrés Manuel y su proyecto. Ayer, Monreal dijo provenir de ‘un movimiento similar’ al del ciudadano presidente. Napo, desde que volvió a México, marcó territorio diciendo que su único partido era su sindicato minero. Por otro lado, el mismo Andrés Manuel pintó raya con Pedro cuando salieron sus mañitas típicas, diciéndole en plena mañanera que «el presidente no puede actuar como un líder de pandilla».

Ahora que un alfil de Monreal alzó la mano contra la nomenklatura de Morena, no sería extraño —ni lejano— que los 4 jinetes cierren filas para intentar hacerse con el control del partido, del movimiento, que Andrés Manuel creó a su imagen y semejanza. ¿Hasta dónde puede llegar esta rebelión teniendo como líder a un hombre que, hasta hace 2 años, juraba poder vencer a Andrés Manuel en una contienda por la CDMX? Recordando que, incluso, logró venderle esta idea a más de un partido de oposición.

Sheinbaum prefiere la revocación de mandato a que le quiten puntos

La jefa de Gobierno fue cuestionada este jueves sobre una cadena que corre por redes sociales que propone una reducción de puntos, a semejanza de sus fotocívicas, cada vez que no se cumpla uno de sus compromisos o que haya un delito como el robo a transporte público, asesinatos o secuestros.

La jefa de Gobierno tomó con calma la pregunta y afirmó a reporteros que “está bien que la gente participe”, pues ella “está trabajando muy fuerte por la ciudad”. Y resaltó que por tal razón, al igual que con el presidente, habrá revocación de mandato en la capital, para que los inconformes se expresen en esa consulta que será en el 2022.

El reto vino luego de que se avisara que el día 22 de abril empezarían a operar las fotocívicas, que entran para sustituir las fotomultas heredadas por Miguel Ángel Mancera.